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domingo, 25 de diciembre de 2011

miércoles, 7 de diciembre de 2011


El 6 de diciembre del año en curso el pueblo colombiano una vez más reprocho con vehemencia a la guerrilla de la Farc-ep;esta vez lo hizo indignado por el vil asesinato de un grupo de secuestrados de nuestras fuerzas militares, aquienes asesinaron con tiros de gracia.
El país no quiere más violencia y desea la paz. "Hay que entender que la violencia vuelve la espalda a la esperanza. Hay que preferir la esperanza de la no-violencia".

CORRALEJAS

Por: POCHO PEÑARREDONDA

Trepidar de higueretos, barasanta y roble amarrados con majagua. Rudimentarios palcos en madera resistente a la euforia de la muchedumbre enardecida por el ímpetu de Baco, sirven de escenario a osados Manoletes, capaces de dejar arrastrar sus vísceras inmisericordemente bajo el sofocante calor tropical,... a cambio de espontáneos aplausos y mísera retribución monetaria.
Llegan como autómatas a cuanta población este de pláceme patronal, para exhibir sus dotes de tosca tauromaquia El olor a pólvora y el estridente resonar del porro paleteao parido de las entrañas empíricas de Emiro Naranjo y ejecutado virtuosamente por la 19 de Marzo de Laguneta, Córdoba, indican el preludio de una enardecida jornada taurina El astado, amedrentado por el bullicio y guapirreo de más de dos mil almas apilonadas en los tenderetes de rustica madera, está por salir.
El Balay y El Arranca Teta irrumpen del toril en una despavorida embestida a cuanto obstáculo vean en el camino. En esa rutina emana la sangre que tiñe de escarlata el polvoriento tapete de la maltrecha plaza, recinto pasional de incautos parroquianos embelesados por el alucinante efecto etílico del ñeque. Mientras que el negro Rocha y el Mocho Acuña, alardean de sus dotes de domador y banderillero, respectivamente Arriba en los palcos, María Varilla con su descomunal trasero, pechos insinuantes y el rostro pintorreteado, baila frenéticamente, sin percatarse que abajo los intestinos de su amante de ocasión, sirven de testimonio de la bravura del Balay.

martes, 15 de noviembre de 2011

La Clave esta en los impuestos

Que el desempleo haya llegado a un dígito, que la esperanza de vida haya crecido en 30 años en el último medio siglo y que varios índices que miden la calidad de vida digan que el país marcha muy bien, no significa que seamos un país equitativo.

Así lo explica Ricardo Bonilla, del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional, CID, que habló con EL TIEMPO, a propósito del más reciente informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, que ubica a Colombia como el tercer país más desigual, entre 129 estudiados, y solo por debajo de Haití y Angola.

¿Qué explica que un país en franco ascenso económico aparezca tan mal ubicado?

Porque el indicador de desigualdad tiene sus trampas, un país muy igualitario es Cuba, pero usted ve que, aunque igualitario, allí hay muchas penurias. Una cosa no quita la otra. Colombia tiene unos ingresos más altos pero no ha hecho la tarea en el tema de la desigualdad.

¿Qué tan grande es la brecha?

El 10 por ciento más rico de los colombianos, 4,6 millones, posee el 45 por ciento de la riqueza. Si le sumamos a los segundos más ricos, en total 9 millones, ambos concentran el 61 por ciento de la riqueza. Y esto quiere decir que los 37 millones de colombianos restantes solo tienen acceso al 39 por ciento de la riqueza.

¿Y no incide que hoy haya menos desempleo?

Mire, en 1994 había 14 millones de trabajadores, 8 millones asalariados y 4 millones independientes, el resto patronos, servicio doméstico y familiares. Hoy hay 20 millones, pero 6 millones son asalariados y 9 millones independientes, en estos últimos están las cooperativas de trabajo, los emprendedores que buscan sobrevivir, y esto no es empleo de calidad.

¿Qué factores inciden más en la desigualdad?

Son cuatro principales: la mala distribución de la tierra, hay 3 millones de familias campesinas con solo 5 millones de hectáreas y al otro extremo un grupo de 3 mil propietarios que tienen 40 millones de hectáreas. La concentración del capital accionario, el país tiene 2 millones de accionistas, pero solo 2.000 de ellos tienen el 82 por ciento de las acciones. La brecha en la educación: la escolaridad no es la misma en los ricos que en los pobres. Y la política tributaria, que en Colombia no es progresiva y está erosionada por exenciones, y en eso el gobierno anterior fue un campeón.

¿Por dónde comenzar a solucionar este problema?

Por una real reforma tributaria, progresiva en el impuesto de renta, sin exenciones. Por una reforma agraria, que podría comenzar con la aprobación de la Ley de Víctimas. Y con mucha voluntad política.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Ok



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Otro éxito para la fundación por la Magangueliñidad; toda la programación cultural desarrollada en esta semana alcanza altas calificaciones. Ni uno solo de los actos se exceptuo de elogios y reconocimientos.
Meritoria mención a todo el equipo humano que participo de la organización, sobre todo por la dedicación y entrega reflejada en la calidad del trabajo derrochado con lujo en todos los detalles. El esfuerzo de estos escultores posibilito la convocatoria por unos días alrededor de la vecindad, la fraternidad, la cultura y el folklor.
Trabajar cultura no es asunto de poca monta. A la cultura se le reconoce importancia en los procesos de integración de las comunidades urbanas y rurales discriminadas, en el diseño y aplicación de la política de igualdad de género y en la interpretación de las aspiraciones de la sociedad en su anhelo de justicia con cohesión social. Para Amartya Sen la cultura debe ser considerada en grande, no como un simple medio para alcanzar ciertos fines, sino como su misma base social.
La cultura esta, en lo que podríamos denominar, situación de reinvención, tanto, que hoy no se concibe el desarrollo económico sin el componente cultural. La administración pública y la dirigencia política en el mundo cada vez son más conscientes de la dimensión de la perspectiva cultural en la convivencia social.
En tiempos de globalización el mayor intercambio en la comunidad de naciones es en materia cultural. La Unesco ha observado especial interés en la tarea de recuperar y proteger el patrimonio material e inmaterial de los pueblos y en su conferencia general del año 2003 aprobó la “la convención para la salvoguardia del patrimonio cultural inmaterial”. Hoy no se discute la importancia de la política cultural en la estrategia de Desarrollo Humano.
La proxima administración municipal tiene que definir el modelo de sociedad a implementar y en el debe tener capitulo destacado el componente cultural. Desde el treinta de octubre pasado se experimenta un renacimiento con el cual moralmente se encuentra comprometido el alcalde electo, y la fundación por la Magangueleñidad es un medio idoneo para reconstruir tejido social.
El modelo de administración marcará la ruta a seguir, y por el talante de Marcelo Torres nos atrevemos a pensar, en vos alta, que se apostara por uno que promueva la inclusión social y propenda por el bienestar colectivo para que la riqueza pública sea de todos y el mototaximos y la informalidad economica no sean inevitables. La pobreza no es un destino natural, es la consecuencia de modelos de desarrollo orientados perversamente a la concentración de la riqueza, indistintamente los peligros generados en los desequilibrios sociales.
Cuando la oscuridad era más densa no era porque todo estaba perdido; en esta ocasión se trataba de la cercania de la luz del nuevo día. En Magangué cuando se paralizo el gobierno y la dirigencia política la sociedad civil avanzaba en su organización y en el debate a los grandes problemas colectivo.
Nuestro amigo Alvaro Anaya una vez más cumplio y para él es merecida la vuelta al ruedo como en las grandes faenas taurinas. Todo ok.

Gano la izquierda


Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Es frecuente después de cada elección hacer el balance sobre quienes ganan y quienes pierden con la intención de construir el nuevo mapa político. Estos balances no dejan de ser subjetivos, porque en ellos influyen interes y porque, además, se gana de acuerdo a lo que se pretendía obtener; de ahí que no siempre ganando se gana totalmente, y contrario sensu, no siempre perdiendo se pierde del todo.
Desde la orilla de mi análisis, después del pueblo, la gran y única ganadora fue la izquierda, que lo hizo a través de Marcelo Torres, un hombre desde muy temprana edad educado en el socialismo, curtido en la lucha social y con prestigio reconocido en el escenario nacional. No es gratuito ser de los más cercanos a Gustavo Petro, de quien recibió el encargo de venir a recuperar a Magangué.
En Magangué no triunfaron personas ni instituciones políticas. El gran ganador fue el pensamiento de izquierda, como forma de concebir al Estado y al gobierno, un referente doctrinario de lo que debe ser la sociedad y el servicio público, una concepción de justicia y del progreso.
El modelo político administrativo de los últimos veinte años, que tuvo como punto de partida la privatización de los servicios públicos domiciliarios, la salud y la educación colapso, dejando como saldo un municipio inviable financiera y administrativamente, destruido en su infraestructura física y sumido en la peor pobreza. También el modelo promociono la presencia de empresarios en la política, para convertirla en un negocio y el de políticos debutando como empresarios para complementar el reinado de la corrupción.
Solo el pensamiento de izquierda en un hombre de izquierda garantiza, que el dinero público sera para resolver las necesidades sociales y no para aumentar los ceros en las cuentas bancarias de quienes secuestraron la administración. El triunfo de Marcelo no es un relevo de amos; es el inicio de la edificación de una nueva cultura política y un nuevo estilo de administrar, donde el interes general prime sobre el particular, y aunque suene a retorica recurente y barata, así sera.
A quí las cosas cambiaron desde el domingo treinta de octubre, para que nada sigua igual; la garantía la da el propio Marcelo, su historia, el compromiso con el país y su condición de hombre revolucionario. Magangué eligio como alcalde al más ilustre de sus hijos y dentro de poco saldra de la condición de municipio fayido y escandaloso, para transitar por las avenidas de ilustre y ejemplarizante.
Son pocos los días que faltan para asumir de nuevo el liderasgo en la región, y con seguridad los temas relacionados con la lucha contra la pobreza, atención a desplazados y aplicación de la ley de victimas haran parte de la agenda del próximo gobierno. La política pública sera con enfonque en derechos humanos, para que estos no sigan siendo un simple saludo a la bandera.
Triunfo el pensamiento de izquierda, no la izquierda de los Moreno, sino la izquierda de Petro; el de la lucha por lapaz, la justicia y el buen gobierno.

jueves, 11 de agosto de 2011

Partidos políticos en crisis



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Las cartas en materia de candidaturas para las próximas elecciones de octubre en las que se elegirán gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles están sobre la meza. Los partidos y movimientos políticos; de igual forma los grupos significativos de ciudadanos dejaron consignadas en registradurías las propuestas a través de las cuales aspiran cautivar electores, por cierto, cada vez más escépticos y retrecheros.
Como ha sucedido en los últimos tiempos en esta ocasión también se harán elecciones estrenando reforma, y como era de esperarse, la incertidumbre ocasionada por los términos de aplicación de la novel norma acompaño las campañas hasta el último momento de la inscripción.
La reforma política, así se le conoce a la ley estatutaria que reglamento el acto legislativo 01 de 2009 sancionada por el presidente Santos se propone como premisa filosófica organizar una democracia de partidos, con organizaciones políticas fuertes, ordenados y sobre todos responsables; comprometidas con los principios de participación, igualdad, pluralismo, equidad, transparencia e igualdad.
Un sistema de partidos se sustentan en la coherencia ideológica y programática. A los líderes designados por las colectividades les corresponde el trabajo de promover la confrontación de las ideas en la campañas electoral y mantenerla durante la administración sin son gobierno, o por fuera de él si se pierde la contienda democrática para insistir en el desacierto de la propuesta ganadora y en las bondades de la derrotada.
Las democracias donde funcionan los partidos la oposición es un derecho garantizado; es además el instrumento para defender las tesis de quienes la ejercen y facilitar el control político al gobierno. Solo en los regímenes parlamentarios cuando el partido político triunfador no alcanza mayorías en el parlamento se acude a la alianza con partidos minoritarios para garantizar la designación del primer ministro.
En Colombia el trabajo electoral más que una empresa de partidos políticos serios y cohesionados durante mucho tiempo ha sido una actividad de intereses personales, bien sean clientelistas o caudillistas. En este sentido los partidos se han caracterizados por ser verdaderas formalidades en las que se finge su representación oportunos solo para expedir avales.
En el pasado reciente fueron tantos hasta parecer fábricas de votos encontrados a foros ideológicos y anaqueles de doctrina que los inspira desde el punto de vista de la función social. Algunos creados bajo el auspicio de plantillas burocráticas y contractuales.
La institucionalización de partidos políticos no se logra por arte de magia. Lo que antecedió las inscripciones de candidatos fue, por decir lo menos, un espectáculo circense donde los candidatos se acomodaron en la lista donde tuvieran mayores posibilidades de elegirse o de lograr el aval indistintamente del partido, sin descartar el plan B de las firmas, dejando de presente que el proyecto representado es el personal.
La crisis de los partidos es general; hace tiempo dejaron de ser corrientes de opinión. Otros medios, como las redes sociales, asumieron la vanguardia de la lucha social y movilizan a las comunidades en la defensa de derechos. Los partidos políticos son enanos inmóviles temerosos del pueblo en las calles, anclados al control de elecciones para el juego por el poder.
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sábado, 2 de julio de 2011

Los indignados



Por: Horacio Cárcamo Álvatrez
Un pequeño libro, no tiene más de 30 páginas, escrito por Stéphane Hessel se ha convertido en cuerpo de doctrina de la protesta social en España, y no es para menos.
“Indignaos”, el texto escrito en una prosa agradable plantea con absoluta sencillez el deber de la rebeldía e invita a “una verdadera insurrección contra los medios de comunicación que no proponen como horizonte para nuestra juventud más que el consumismo de masas, el desprecio de los más débiles y de la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”.
Hessel de 93 años, veterano del movimiento de resistencia y de las fuerzas combativas de la Francia libre (1940-1945), ha manifestado que su indignación fue contra el nazismo, él mismo conoció los horrores de los campos de concentración. Para Hessel la indignación de hoy es contra la absoluta decadencia, e invita a los jóvenes a indignarse contra algo en este mundo donde las cosas insoportables son muchas.
En su obra, best seller en Europa, el autor recuerda a los jóvenes que no pueden pasar de agache; les advierte que justificarse en el “yo no puedo hacer nada, yo me las apaño” solo les alcanza para lograr la resignación y mantener el statu quo del cual solo se benefician una minorías con privilegios. Si los jóvenes se comportan así, sentencia, pierden unos de los componentes indispensables del ser humano: “la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella”.
Los españoles se resisten y se movilizan. La desesperanza les invadió el futuro y en las plazas expresan el desencanto con el presente. Las protestas del mundo Árabe cruzaron el Mediterráneo y se estacionaron en la Plaza del Sol donde los indignados reclaman cambios. Son muchas las razones de la indignación: crisis hipotecaria, de seguridad social, desempleo y por los salarios, que dejaron de ser el soporte de los derechos sociales.
La protesta, además, deslegitimo a los partidos políticos a quienes consideran agentes de la economía de mercado y responsables del deterioro de la sociedad de bienestar. Como el mayo francés del 68 los jóvenes en frases cortes escriben grandes compendios doctrinarios que diagnostican la problemática: “me sobra mes al final del salario”, “no falta dinero, sobran ladrones”. “esto no es una crisis, es una estafa”, son algunos de ellos.
Hessel afirma: “en situaciones como la presente, no deben existir espacios para la resignación o la apatía”. De igual manera invita a la protesta pacífica; “la violencia vuelve la espalda a la esperanza. Hay que preferir la esperanza, la esperanza de la no violencia. Es el camino que debemos aprender a seguir”. Es una referencia para quienes insisten en las armas como medio de obtener los saltos sociales. Hoy las revoluciones se hacen a través de las redes sociales, con la protesta y la irreverencia.
Por que en Colombia no nos indignamos? Buena pregunta; un país donde la mayoría están por debajo de los niveles de pobreza; abusados por políticos inescrupulosos, malos gobiernos, empresas de servicios públicos haraganes y estafadoras, guerrillas, paramilitarismo y delincuencia común es para que la protesta no cesara. La respuesta puede ser poca educación; la escasa escolaridad nos mantiene esclavizados, encadenados al cepo de la resignación.
Solo la farc-ep nos indigna, y se lo notificamos en las marchas, pero no es la única que nos produce daño.

sábado, 18 de junio de 2011

Legislación histórica



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
La sanción de la ley de víctimas sin duda marca un punto bien alto en la historia del conflicto interno del país, y por las expectativas generadas esperamos sea el de partida hacia la reconciliación real de los colombianos.
El presidente Santos no disimuló la trascendencia del proyecto, hasta el punto, que personalmente se dirigió al Congreso de la República ha radicar lo que en aquel entonces era solamente un proyecto rescatado del naufragio político y enfrentado de nuevo a unas mayorías parlamentarias que ya lo habían abandonado en altamar. Con la certeza de quienes gobiernan para la posteridad, sin rodeo sentencio: “si esta ley se aprueba, habrá valido la pena ser presidente”.
La ley pone a prueba la sensibilidad de los colombianos. La crueldad de una guerra se puede medir en la cantidad de personas que la sufren, el grado de humanidad a la que llega una sociedad se puede medir en la generosidad con las víctimas, anotaba la revista Semana.
Nuestro conflicto es connatural a la conquista; la violencia y la fuerza fueron el argumento de penetración que utilizaron los españoles, quienes se apoderaron de las tierras de raizales a través del desplazamiento y el asesinato, victimizándolos en el nombre de Dios, o mejor, en nombre de la fe y con autorización divina del Vaticano.
El conflicto armado, cualquiera sea la orilla, crea un escenario de sufrimiento y dolor ante el cual el Estado y la sociedad no pueden ser indiferentes. Masacres, homicidios selectivos y desplazamientos de personas es la expresión más cruel de la guerra y tolerarla es la degradación fría de la sociedad.
La ley pone en la línea de prioridad a quienes, sin tener menos que ver, sufren más. A las víctimas: campesinos asesinados o desplazados para arrebatarles sus tierras o líderes sociales que se han rebelado contra el orden de discriminación y pobreza mediante el discurso, instrumento de la lucha democrática.
Hay una relación histórica entre la violencia y la tenencia de la tierra. Al respecto la Procuraduría General de la Nación ha dicho que entre 1.945 y 1.955 el 10 % de la población colombiana era desplazada; el país contaba con 18 millones de habitantes. En 1.997 el 72% de los desplazados tenían vínculos rurales, y el 13% de ellos habían vendido sus tierras por cuenta de la amenaza o el miedo.
Otros estudios indican que las zonas donde hay mayor concentración de la propiedad de la tierra se caracterizan, por ser asimismo, aquellas donde el crecimiento económico es menor, los salarios no son justos y la violencia es superior.
En las zonas de mayor concentración de la tierra el desplazamiento también es mayor, bien sea, por cuenta de terratenientes o narco paramilitares. Según datos del Incora estos últimos tienen el 42 % de las mejores tierras del país, y los pequeños propietarios aparecen solo con el 5.2%. Entre terratenientes y narco paramilitares tienen el 95% de las mejores tierras productivas del país.
La tierra es el motor del conflicto, por ello no resultara fácil para el gobierno reparar a cuatro millones de personas desarraigadas de sus territorios, y restituirles seis millones de hectáreas de tierras birladas por los señores de la guerra. El asesinato de líderes campesinos es un mensaje de quienes, Santos ha llamado la mano negra de izquierda y derecha.

lunes, 13 de junio de 2011

Aniversario de un sueño



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
De pláceme se encuentra la Constitución Política de Colombia; hacen 20 años, el pueblo, como constituyente primario, delego en una Asamblea Nacional Constituyen poderes extraordinarios para definir una nueva carta que respondiera a los anhelos de justicia y paz pactados en un nuevo acuerdo social que vialvilizara sueños reprimidos por muchos años de confrontación, exclusión política, económica y social.
La indignación y el dolor por la muerte de Galán revoto la paciencia y en un acto revolucionario los colombianos, en particular los jóvenes, se movilizaron e impulsaron la séptima papeleta a través de la cual exigían una reforma constitucional por fuera del congreso de la república en el que no se sentían representados.
La idea de la revuelta social pacifica era dotar el Estado de herramientas efectivas que le permitieran responder a las expectativas de la sociedad, especialmente las concernientes a bienestar y dignidad.
Transformar la institucional y la política era un sentimiento popular elevado a la categoría de exigencia. Los estados de excepción desmentían la democracia y al amparo del estado de sitio se gobernaba. El Congreso de la República se convirtió en una entelequia bueno solo para el clientelismo y la corrupción, apéndice del Ejecutivo quien lo apartado de su principal función, la de hacer las leyes.
Desde el frente nacional la política se perdió en un laberinto de promiscuidad y desorden; las ideologías cedieron a las maquinarias y se secuestro al Estado para el beneficio propio. De esta manera se deterioro el tejido social y la convivencia. Las montañas y la clandestinidad era el refugio seguro para los jóvenes expresar las diferencias sin el riesgo de fusilamiento.
La Constitución Política del 91 cuenta entre sus logros el habernos sintonizados con el conjunto de las naciones civilizadas del mundo al comprometer con las finalidades del Estado y la sociedad civil una carta de derechos para dignificar al hombre y asegurarle la vida, la convivencia, el trabajo, el conocimiento, la libertad y la paz; todo ello, como lo manifiesta el maestro Diego Younez, dentro de un orden democrático y participativo.
El solo hecho de promulgar una constitución no alivia los males de la nación. De hecho, en plena vigencia de la constitución del 91 el país le ha correspondido padecer los males del narco paramilitarismo, con sus masacres, despojos, desplazamiento y desinstitucionalización, y los escándalos de corrupción más grande de la historia. Sin datos en la memoria están los asaltos al erario público en salud e infraestructura patrocinados por un modelo administrativo que premia la concentración de la riqueza no importa si esta es acosta de la pauperización de la sociedad.
La tutela es el logro más evidente de la Constitución; este mecanismo de protección de derechos facilita el acceso a la administración de justicia de manera efectiva. Queda pendiente más trabajo para volver realidad el anhelo de los constituyentes en la reforma política, la participación ciudadana, el pluralismo, etc.
No olvidemos dos cosas: esta Constitución solo tiene 20 años: doscientos cuatro menos que la de Filadelfia y doscientos menos que la francesa; y por otro lado al país le cayeron las peores plagas al mismo tiempo. Lincoln manifestaba que una constitución solo vive si se mantiene en el afecto de su pueblo y en el empeño cotidiano de defenderla y activarla.

lunes, 6 de junio de 2011

Cuestión de tiempo



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Después del cabildo abierto un amigo me conversaba que sus expectativas sobre la asistencia eran mayores a lo que pudo ver, y esto le hacía desconfiar del éxito del mismo; también un editorial de este periódico apuntaba en la misma dirección y agregaba, como si se tratara de un error, se acudiera a la reiterada costumbre de llenar auditorios con alumnos de planteles educativos.
Estoy convencido que la asistencia al evento, aunque no fue la ideal, no pudo ser mejor. Congregar de manera limpia y espontánea a más de setecientas personas en un recinto para hablar de problemas comunes y sensibles como el de los servicios públicos habla muy bien de la capacidad de convocatoria de sus organizadores, y aún más, indica que algo bueno para el futuro está pasando en Magangué.
Los vientos que soplan presagian mejores tiempos, la ciudadanía delibera y no esconde sus afanes por desvanecer los huracanes que la destruyen; la sociedad se prepara y organiza para propiciar la acción. Quienes aún no se percatan de lo que sucede son los gobernantes y se mantienen en el limbo administrativo, siguen en la diversión y se financian con la pobreza de la gente y la destrucción de la institucionalidad.
La presencia de estudiantes en el cabildo le aporto a la discusión beligerancia e irreverencia, dos elementos característicos en los jóvenes. De hecho la mejor intervención fue la de una alumna que se auto cedió la palabra en contra de quien presidía la mesa directiva del concejo y dijo unas verdades sin cálculo político ni premeditación, motivada solamente por la indignación que le produce a los de su generación un modelo económico y unos gobernantes que solo le garantizan incertidumbre y desconsuelo.
El mal gobierno, los despilfarros y la ruina moral del establecimiento tienen a la sociedad en estado de efervescencia, y si no acudieron en masa al cabildo, y de este no marcharon con su intendencia a tomarse la plaza Santander en la vecindad de la alcaldía para reclamar por el respeto a este pueblo y a su gente, no quiere decir que no esté pasando nada.
La sociedad civil organizada y la valerosa actuación de un puñado significativo de concejales han logro que se superara el miedo, el más ignominioso estado de una persona, solo comparable al de la esclavitud. La indignidad personal, esa que produce rabia, que vuelve insoportable las cosas, que genera impotencia y frustración, tal y cual lo manifiesta María Elvira Samper es cuestión que se percibe en todos los niveles de la sociedad.
En algún momento ese estado de rabia individual se transformara en colectiva, y ya nada ni nadie podrá aplazar la victoria popular, solo es cuestión de tiempo. Políticamente el régimen esta derrotado, los hechos superan sus discursos y se quedo sin defensa. Ahora falta convertir ese triunfo político en ganancia electoral; si no se logra en las elecciones de octubre será en las próximas, pero de todas formas el régimen tiene los días contados.
Mañana amanecerá un nuevo día, y la lucha es, para que entonces Magangué sea liberada; ningún imperio se mantuvo sin sabiduría y justicia y en esto la historia es severa y sin excepciones. Las organizaciones de la sociedad civil y el proyecto político Magangué Unida son los líderes que faltaron en otro tiempo. Para el gurú hindú Nisargadatta el futuro dejado a sí mismo, solamente repite el pasado. El cambie es ahora.

miércoles, 1 de junio de 2011

26-M, el Rinascita



26-M, el Rinascita
Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Rinascita, este vocablo italiano significa renacimiento, y marca una época en la historia donde se redescubre al hombre como individuo y al mundo como armonía a través de la literatura, las ciencias y las artes. El renacimiento como movimiento cultural renueva la teoría política y tiene entre sus planteamientos la condición terrenal de la institución del gobierno, antepone la autoridad civil a la eclesiástica, propone la teoría de la división tripartita del poder, y la división de poderes entre la iglesia y Estado.
El cabildo abierto del jueves consecuencia de la presión social de la iniciativa popular liderado por el Foro Social Permanente por Magangué puede ser el hecho político mediante el cual se oficialice el inicio del renacimiento de la ciudad. La convocatoria ciudadana en el ágora de la democracia local dejo los lineamientos de un nuevo contrato social.
Es posible que los representantes del gobierno no lo hayan entendido, y más en este momento de partida cuando se encuentran recogiendo los corotos, pero aún así el mensaje es claro; la sociedad Magangueleña se encuentra en un grado de ilustración que le permite superar raquíticos esquemas de indiferencia, sumisión y miedo que en el pasado reciente le mantenían atolondrada.
De la realidad no se percatan las empresas de servicios públicos domiciliarios. El mal servicio que prestan, los abusos en la facturación y el atropello a los usuarios tienen crispados los ánimos en la sociedad. Estas empresas irresponsablemente no vislumbran los riesgos que para la convivencia ciudadana puede generar el seguir jugando al negocio.
En otro artículo manifestaba que Electrocosta lograría lo que la farc-ep no pudo en más de cincuenta años, y era sacar el pueblo a la calle hastiado de tanta opresión. Hoy esa posibilidad no solo se mantiene, sino que se acrecienta con la colaboración de sus iguales de aseo y alumbrado público.
Quienes ganan y quienes pierden. Indiscutiblemente el gran ganador es el foro Permanente por Magangué y la comunidad representada en los estamentos de la sociedad civil como: Cámara de Comercio, Tiempos de Vida, Mujeres Caribe, Rede paz, la Magangueleñidad, El Comunicador; dirigentes políticos como Chachi y Tito, quienes pretenden la rectoría de la alcaldía, con sus intervenciones lúcidas y gestores comunitarios que sorprendieron con conocimientos y oratoria.
Aunque el concejo como institución perdió por la inasistencia de algunos de sus ediles y el mutismo de otros, como si lo que ahí sucedia no les murmurara importancia, también gano con la intervención de quienes los hicieron: concejales desbordados en coraje y formación. No recuerdo de un caso similar donde un grupo de concejales denunciara públicamente al alcalde municipal de hechos que eventualmente lo pudiese comprometer disciplinaria y penalmente.
Los perdedores: las empresas de servicios públicos domiciliarios y sus gerentes, quienes además de cínicos en sus intervenciones resultaron mal educados al abandonar el recinto del cabildo, con excepción del gerente de Surtigas. También perdió la administración municipal; el alcalde no dio respuesta a las sindicaciones que le hicieron concejales y comunidad.
Del ministerio público se esperaba una actitud más consecuente con el evento; tanto la procuradora provincial como el personero municipal desertaron. El personero comió el pasa boca y se fue, que tal, y es quien vela por los derechos fundamentales de los ciudadanos. El representante de la súper servicios públicos no merece siquiera, una referencia: a que vino?

sábado, 21 de mayo de 2011

Tiempos oscuros



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
En esta etapa electoral resulta pertinente la lectura de la novela “Ensayo sobre la Lucidez” del escritor portugués José Saramago. Cuenta la novela la historia relacionada con unas elecciones en una ciudad avasallada por los malos gobiernos, la corrupción, la pobreza y la politiquería; nauseabunda como cloaca de vertederos de desperdicios.
En esa ciudad sin nombre para el novelista y real en la caracterización de cualquier ciudad del mundo la mayoría de sus habitantes se resuelven al momento de llegar a las urnas por el voto en blanco propiciándole tremenda derrota al partido del gobierno y por supuesto al resto del establecimiento. La coincidencia en la decisión se da libre, sin convocarse, sin acuerdos previos y sin cálculos políticos; se soporta solamente en la simetría del dolor producido por las acciones de la tiranía corrupta y depredadora instalada en el poder a través de artimañas y muertes.
Para la cloaca del poder que habían calculado perpetuarse, animados por la ignorancia que muta la inteligencia del cerebro de los saqueadores del tesoro público, la revolución ciudadana a través de las urnas que había socavado la maquinaria delictiva armada para garantizar el triunfo electoral solo podía ser el resultado de un acto terrorista o una ceguera colectiva, sin descartar la conspiración anarquista. Cual quiera fuese la causa semejante ofensa Tocaba castigarla eliminando, de ser necesario, los enemigos de la afrenta a la democracia.
Las autoridades en esa democracia degenerada, a pesar de ser el voto en blanco una de las opciones ofrecidas al elector, se resolvieron por la anulación de las elecciones supuestamente para preservar la institucionalidad. No obstante en el nuevo encuentro electoral, en medio del silencio, hastiado de tanta porquería y con la complicidad de la lucidez de la conciencia, el voto en blanco volvió a triunfar. Las autoridades optan por la mejor mascara del ladrón y esperaron la noche para abandonar la ciudad derrotadas por la fuerza moral de unos habitantes que resuelven desertar de la ceguera donde se mantuvieron por un tiempo.
Esta ciudad imaginaria de Saramago puede ser Egipto, Túnez o cualquier país Árabe contagiado de libertad y justicia para recomponer el rumbo de la historia y garantizar un futuro más promisorio a sus pueblos. También puede ser Magangué, municipio perdido desde hace mucho rato en la manigua de la corrupción, secuestrado por una dirigencia fortuita y ciega que lo arrastra a la tragedia sin contemplación distinta a la lujuria económica y la indiferencia criminal.
Es la calle y la protesta social donde se valora la estatura moral de los ciudadanos. La violencia, ni la represión, instrumentos por excelencia de tiranos detienen a la gente cuando están resueltas a no callar. Es el tiempo de la movilización; en España los madrileños se tomaron la Plaza del Sol, sitio predilecto de la rumba y la convirtieron en un gran foro por los derechos políticos y sociales.
En tiempos oscuros por los que atravesamos el cabildo abierto por servicios públicos dignos debe convertirse en el punto de partida de la revolución social por la libertad. A Magangué lo desvalijaron dejándolo en trapos como tierra arrasada; a los jóvenes le robaron el futuro. Vamos al cabildo, vamos a la marcha, convoquemos el primer plantón contra los males que han generado el mal gobierno. Contra el sida que amenaza la sociedad.

viernes, 20 de mayo de 2011

Cabildo abierto en Magangue


El pueblo Magangueleño se moviliza para defender sus derechos políticos y sociales

jueves, 19 de mayo de 2011

Partido Liberal y la Afrocolombianidad






El Partido Liberal en el distrito de Cartagena festejo el día de la afrocolombianidad en un acto donde lo dirección y las bases del partido se unieron en un solo propósito: la lucha por la libertad y la igualdad de todos los seres humanos

miércoles, 18 de mayo de 2011

sábado, 14 de mayo de 2011

Voluntad política



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
En una reciente entrevista a la revista Semana José Ugaz, el procurador Peruano del caso Fujimori-Montesino se refería, entre otras cosas, a las razones que facilitan el crecimiento, de lo que él denomina, “la gran corrupción”. Enunciaba entre las causas: la forma de vida, ausencia de condena moral, la alta dosis de responsabilidad de la sociedad civil, y la resignación pública.
Estas causas que son comunes en todos los estudios hechos al fenómeno de la corrupción tienen un componente transversal: la sociedad. Y no solo por ser ésta la que se beneficia con su ausencia o padece los rigores de su presencia, sino porque vista las cosas a partir de las causas enunciadas es la sociedad quien termina anidándola con su acción u omisión.
Si la corrupción se mira como una forma de vida jamás se percibirá la magnitud del daño, y siempre será normal ver funcionarios enriquecerse en tiempos cortos, pueblos empobrecerse, también en corto tiempo e instituciones desmoronases en poco tiempo. La sociedad en una subvaloración proferida a la finalidad de la existencia del Estado, en el mejor de los casos aboga para que quienes administran lo público hagan algo no importa que roben, y se convierte de esa manera en mendiga de sus propios derechos.
La resignación pública es una degradación de la dignidad individual y un atropello al decoro colectivo. Este hecho tiene como efecto inmediato la lumpenización del pueblo, quien luego de padecer el ultraje a sus derechos comienza a ver cómo le arrebatan el porvenir transitando por senderos que solo garantizan pobreza y miseria. En Colombia los efectos de “la gran corrupción” se evidencian en el trabajo informal, la mendicidad y la triste precariedad del ingreso familiar.
Las nuevas mafias del país son los carteles de la contratación. No es exagerado cuando el vicepresidente los considera tan peligrosos como sus pares del narcotráfico y la guerrilla. Tampoco es exagerado lo plateado por algunos tratadistas en el sentido de: que quienes se roban la plata del Estado destinada a salvar vidas como la de salud y jarrillones de protección deben responder no por peculado o cohecho sino por homicidio.
La criminalidad real ha damnificado la elección popular de alcaldes. De sus logros obtenidos se puede deducir que es un ensayo fracasado. Hasta Bogotá, en otrora, ejemplo para resaltar por la madurez política que se le reconocía y la cultura ciudadana colapso, el huracán Nule la devasto física y moralmente; y en el resto de municipios el panorama es peor. Y no lo es exactamente por una depresión económica que haya quebrado al sector empresarial, sino porque la plata del Estado que debía garantizar la dignidad humana, construir empleo y una sociedad justa se queda en los bolsillos de los nuevos “empresarios” criminales.
Hay herramientas para combatir “la gran corrupción”, pero ante todo se necesita de voluntad política; ejemplo significativo es lo que paso en Perú con Fujimori y Montesino, y lo que está pasando en Colombia. Más que normas se necesitan hombres resueltos a enfrentarla. Sin la voluntad del presidente Santo, el procurador Ordoñez, la fiscal Viviane Morales y la contralora Sandra Morelli nada estuviera pasando. Y como lo expresa el Panti en su caricatura de El Universal, solo van cinco: AIS, las pirámides, carruseles de la contratación en Bogotá, de la salud y las pensiones.

sábado, 7 de mayo de 2011

Ciudadanizar la política



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
El país esta consternado con los casos de corrupción publicitados, y aunque eran conocidos las proporciones no las había calculado el gobierno ni los organismos de control. Ya lo dijimos en otra ocasión; lo grabe de la corrupción moderna no es la calidad de las obras que se construyen o de los bienes y servicios que se suministran, sino el peligro en que se pone la existencia del Estado; y aunque parezca exagerado, la viabilidad como nación.
En el debate sobre salud el senador Robledo advertía que la corrupción generaba más muertes que el conflicto armado; esta afirmación pone de presente frente a qué enemigo se encuentra la sociedad. Las cifras del dinero que va a parar a los bolsillos de los bandidos del erario público superan con creces todas las reformas fiscales propuestas por los gobiernos para financiar la política social.
Es válido el interrogante: El subdesarrollo del país, con su consabida pobreza, se debe al conflicto armado o al desfalco del Estado? Cualquiera podría ser la respuesta, pero lo cierto es que la corrupción promueve la inequidad social y aumenta la concentración de la riqueza: dos detonantes de la criminalidad.
En otras latitudes los escándalos de los últimos días tuvieran a la ciudadanía en las calles reclamando justicia y castigo; en Colombia la reacción de la sociedad más parece de indiferencia, distante de la beligerancia que han demostrado los órganos de control. Con excepción de columnistas de medios impresos y radiales el interés por el tema no concita al ciudadano. Es curioso, por decir lo menos, el poco interés de la sociedad por los asuntos públicos en un país donde la asimetría del ingreso y los desequilibrios sociales le corresponde al Estado compensarlos con la política social.
La política es un tema tan serio, que no se puede dejar exclusivamente a los políticos. A través de la política se define la filosofía del Estado, del gobierno y de los partidos políticos. Siendo así los pueblos tienen el Estado y a los gobernantes que se merecen. Una sociedad que no se apodera de la política es instrumento siego de su propia destrucción.
Ciudadanizar la política es la oportunidad para rescatar lo público. La política no puede seguir siendo una actividad de la que se auto-relega la sociedad con el pretexto de no interesarle o cualquier otro. No participar o hacerlo mal es facilitar el ascenso a la mediocridad. Siendo lo público un asunto tan serio no podemos dejarlo en manos de los menos capaces y menos íntegros, porque sin proponerlo nos convertimos en cómplices de sus desaciertos.
Los esfuerzos por modernizar al Estado y limpiar la política de malos protagonistas y acciones parecen infructuosos. A cada obstáculo de corrupción removido sobreviene uno peor, y más que eso, el miedo a la administración de justicia es marginal, quizás porque se tiene la percepción que ésta perdió su poder intimidatorio y de juzgamiento. Ni la tragedia humanitaria que se vive, como en el caso de la ola invernal, o el daño en la vida de la gente, que se puede causar con el saqueo a los recursos de salud detiene el robo.
A la corrupción no se detiene ante cuantías o escenarios; las denuncias son escalofriantes y el acto se perpetua no importa que quien se victimiza este en situación de vulnerabilidad extrema. En el departamento de Bolívar el sobre costo, según informe de la Contraloría General de la República, de unos mercaditos que se entregaron para limosnear el hambre a los damnificados de la ola inverna es del 23%
Estamos ante miserables capaces de quitar la comida al hambriento para alimentar la gula de la riqueza propia.

miércoles, 4 de mayo de 2011

lunes, 2 de mayo de 2011

Festival Vallenato 2011



Festival Vallenato 2011

Nostalgia Festivalera



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
No era posible que yo llegara ser importante, y así sucedió. Desde muy temprana edad me incline por la vida idealista y parrandera, digo, para justificarlo, que eso pudo ser el resultado del ambiente de alegría que se vivía en mi hogar. Mi padre acostumbraba presentarse en cualquier momento acompañado del “mono” Guzmán con caja, guacharaca y acordeones.
Mi mamá era la mejor compinche; solita era una fiesta de pueblo, nadie la vencía bailando o cantando voz en cuello un paseo de Alfredo Gutiérrez; era adicta a la gente. Hasta el último día de su vida le fascino la casa llena de amigos (a), de todas las condiciones sociales y económicas, para quienes el afecto y cariño era el mismo. Por su cuenta mi casa en esa primera infancia de mi vida era un fandango: estrepitosa, colorida como pollera de cumbiambera, alegre y hospitalaria. No nos sobraban las cosas pero tampoco nos falto nada. El viejo, a pesar de carecer de riqueza material tuvo la fortuna de tener los mejores amigos.
Entre ellos había de todo como en botica; para cantar rancheras los mejores eran Salvador Ruz y el mono Lacho, como le decían a mi Papá; organizando una parranda, don Nery Rodríguez y Otto De La Parra; el viejo Emiro Arrieta imprimía confianza y disposición; tío Salome dicharachero y entusiasta; Manolillo la formalidad y rigor plasmado en fotografías; Lucho Albarino amenizaba con acordeón terciado a los hombros y canciones de Alejo sin faltar, por supuesto, la pollera colo-rá; y por último, Félix, el sabio.
Si, el profesor Viloria; a él le correspondía en medio del humo de los tabacos, la algarabía de los cantos y el ruido de los fuelles de acordeones discernir sobre historia y literatura. El gran maestro de Magangué también participaba de esos jolgorios costumbristas, que podían suceder en la sala de nuestra casa, en una finca o en cualquier fiesta con toros que se atravesaba en algún pueblo de los que ellos acostumbraban visitar con su berroche.
Con esa cacorraita, como dice Rafi Cohen, de antecedente siendo un mozalbete llegue a estudiar a Cartagena, y como al que le van a dar le guardan, en el colegio Sampedro Claver me conocí con Jairo Cárdenas y Jacobo Llanos. Cárdenas representante de la crema y nata de la ciudad sorprendía por el hechizo con las canciones de los hermanos Zuletas y Llanos, un paisano vecino de Buenavista, las cantaba con el alma y nos transportaba el olor a tierra mojada y la nostalgia de nuestros primeros amores conquistados con papelitos. De esos tiempos, en la tierra de Jacobo, rescato en el inventario de los recuerdos las serenatas a las monjas, que luego nos costaban cemento para el parque.
Los cantos de Escalona, personaje mitificado en Cien años de Soledad, y los de Adolfo Pacheco fueron marcando mi vida; ya no tenía dudas de la complacencia por la música de acordeón, y mi curiosidad era mayor por la gente de la antigua Provincia de Padilla a donde pude cosechar grandes amistades.
El tiempo de la universidad lo repartía entre discusiones políticas y folklóricas. En el primer caso el debate iba desde el determinismo del Marxismo hasta la revolución permanente del trotskismo. En el segundo el debate versaba sobre la discriminación de la música sabanera.
EL sentimiento que me producen los acordeones lo mitigo en el regocijo del festival con mis imperecederos amigos: Jike Cabas P y Anatolio Benavides. Ven porque no pude ser importante.

viernes, 15 de abril de 2011

Estado fallido



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Hacen diez años mucho se hablaba de si Colombia era un Estado fallido, y no faltaron quienes lo consideraran como tal. Aunque nos pareciera exagerado en ese tiempo, estándares definidos para evaluar la viabilidad de un Estado desbordaban nuestras posibilidades y nos ubicaban en la lista de los no, al lado de repúblicas Africanas como el Congo y Costa de Marfil.
El estándar considera viable un Estado cuando este es capaz de garantizar a sus súbditos: seguridad, bienestar y derechos. Un Estado legítimo diseña políticas públicas para satisfacer necesidades básicas de sus ciudadanos, y solo permite gobiernos democráticos apegados a los límites de la norma. Para Lord Acto un gobierno solo es legítimo si esta efectivamente limitado.
La guerrilla, el narcotráfico y por último el paramilitarismo conllevaron a los centros de estudios del mundo a cuestionar la viabilidad del Estado Colombiano; y particularmente lo hicieron a partir de uno de sus elementos constitutivo, desde el punto de vista de la teoría constitucional, el territorio.
El territorio colombiano se fracturo en por lo menos tres pedazos en los que brillo la usencia de autoridad legal, y donde además, el control y el monopolio de la fuerza corrían por cuenta de agentes armados al margen de la ley, legitimados a través del miedo y la violencia con asesinatos selectivos, masacres y desplazamientos.
Los Colombianos de a pie sentían que el Estado se desmoronaba. Los secuestros masivos a miembros de las fuerzas armadas, las pescas milagrosas, la toma indiscriminada de ciudades por parte de la guerrilla y las masacres perpetradas por paramilitares reducían a la impotencia a una sociedad civil que percibía el aparato del Estado como endeble e impotente.
Ante el fracaso de la paz Uribe propuso la mano fuerte y logro llegar a la presidencia de la república con un discurso incendiario y frentero; su modelo guerrerista hizo retroceder a la guerrilla a sus guaridas en lo más espeso de la selva y a lugares inhóspitos de las montañas. También desmovilizo a los paramilitares en un proceso controvertido y poco confiable.
También en el tiempo de la seguridad se desmovilizo, amparado en el argumento del mal mayor, la ética administrativa. Los escándalos de corrupción y las “bacrim” son el testimonio de lo que podríamos llamar el “gobierno perdido”.
Mientras se recuperaba el control del territorio crecía otro mal, igual o más peligroso a las otras plagas que nos aquejaban. La corrupción administrativa tiene en jaque al Estado; lo sucedido en estos últimos años trasciende la imaginación; de las coimas se paso al robo descarado y perpetuo.
Los Nule en Bogotá son solo una muestra de lo que sucede en un buen número de municipios y departamento del país secuestrados por mafias políticas. Así como en su momento el gobierno era impotente para controlar el territorio que usurpaban grupos armados, hoy lo es para evitar la corrupción; es consciente del fenómeno pero solo alcanza a reconocer su existencia.
Los criminales de cualquier pelambre, no le temen al Estado, por el contrario lo retan. Las “bancrin” se enfrentan a plomo contra la restitución de tierras y los funcionarios públicos hacen su agosto con la plata que es para financiar políticas públicas.
El Estado se vuelve fallido porque no encuentra como evitar que se lo roben; y de esto la sociedad y el gobierno son conscientes.

lunes, 11 de abril de 2011

La unidad



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Hace pocos se presento en sociedad el proyecto político denominado “La Unidad”. Como su nombre lo indica se trata de un ejercicio, suponemos, bien intencionado donde un viejo sector de la clase política acompañado de nuevos dirigentes, que pretenden la posibilidad de conducir el gobierno local, se han puesto de acuerdo para propender por el triunfo electoral en las próximas elecciones.
Hay que aplaudir la iniciativa, aunque no es muy distinta al cacareado consenso que aflora en todas las temporadas pre electoral. Sin embargo toca reconocer, que en esta ocasión se avanzo un poco más dando una línea filosófica y una declaración de principios, hecho que le imprime mucha seriedad.
Como todas las decisiones políticas “La Unidad” no puede ser perfecta, de ahí, que tenga sus debilidades y fortalezas; sus detractores y simpatizantes; sucede en toda empresa. A los detractores, o mejor, a los críticos, quienes lideran el proyecto tienen que convencerlos de sus bondades y lograr que sean los menos; empero también se tiene que trabajar por no frustrar a quienes aún no pierden la esperanza de que las cosas cambien para bien.
Unas de las debilidades que tiene la propuesta es que parte de auto postulado candidatos, es decir inicia por el final, pero esto tiene como contrapeso el compromiso de hacer la política de otra forma, es decir: sin comprar votos, sin convertir la pobreza en ventaja electoral, sin repartir zin ni cemento. Si esto es sincero y se permite la llegada de otras personas a quienes sectores de la sociedad magangueleña les han pedido su participación en el debate se puede decir con optimismo: hay buena mar.
La presencia en el proyecto de personas como Tito Posso le aporta credibilidad a “La Unidad”, por supuesto insuficiente cuando la percepción, con o sin razón, que se tiene de la clase política no es la mejor, y peor si los hechos así lo demuestran. No es fácil para quienes ya tienen un largo tiempo participando como dirigentes presentarse y decirle a la gente, ahora sí, a partir de ya las cosas son diferentes.
Si se es fiel a los postulados del proyecto, debe invitarse a él dirigentes vigentes en el consciente colectivo; Marcelo Torres y Alfredo Posada tienen que estar ahí, son necesarios en la lucha, son importantes por sus meritorios logros en la vida pública. Las grandes batallas se libran en el campo y la victoria se obtiene con buenos generales.
El momento que vive Magangué, comparable solo con una tragedia exige que se depongan diferencias y se aplacen rivalidades, las contradicciones entre quienes se pueden unir son ventajas para el adversario, y aquí una ventaja que facilite el triunfo de lo que se quiere derrotar significa cuatro años más de los mismo.
Una de las características de las revoluciones es la hermandad en la lucha, a pesar de las enormes diferencias religiosas o políticas entre quienes combaten juntos en el frente. En las revoluciones quien une es el enemigo a derrotar, jamás las identidades.
El ejemplo de constricción es el mejor instrumento para sacar del escepticismo a la ciudadanía. Saulo de Tarso, quien después se conociera como San Pablo de Tarso, de perseguir a los cristiano paso a ser apóstol de Jesús.

lunes, 28 de marzo de 2011

4 ejes temáticos del Foro Caribe Siglo XXI



El Heraldo. Marzo 28 de 2011-03-28
Las demandas de la Costa para superar años de atraso frente al resto del país se enmarcan dentro de los cuatro grandes pilares temáticos del Foro Caribe Siglo XXI, que realiza hoy el Diario EL HERALDO y que quedará abierto de manera virtual para que el debate se siga alimentando de ideas y propuestas para la reinvidicación caribeña.
El propósito es empezar a planificar una agenda de desarrollo regional con una base sólida de consensos que deriven en el crecimiento sostenido y la adecuada redistribución de la riqueza.
Competitividad, probidad, equidad e institucionalidad, son los ejes del evento, sobre los cuales se espera que comience a apalancarse el anhelado despegue costeño hacia un mejor horizonte en el territorio nacional y en el mundo. Cuatro expertos en estos temas definen en esta edición su visión al respecto.
Equidad
Hay dos objetivos que deben ser los propósitos fundamentales para la Región Caribe. Uno, la superación de la pobreza; los estudios de los centros de investigación y académicos lo han demostrado, esta es una de las regiones más pobres de Colombia. El otro tema es la equidad social. Hay grandes desigualdades entre la Nación y la Región, así como al interior de la Región misma, en cada Departamento, entre lo urbano y lo rural, dentro de las ciudades; son muchas situaciones que tienen que reorientarse, buscando mayor equidad entre los caribeños y entre los caribeños y el resto de colombianos.
¿Y cómo lograrlo? Creo que es importante tener en cuenta las tres ‘íes’: lo primero, la integración regional, lo que se traduce en propósitos comunes, construcción de redes, de asociaciones, empresarios, etc. Lo segundo es la integración entre la Región y la Nación, pues si miramos la situación de pobreza y atraso regional, y el grado de desarrollo económico, vemos que la Costa se usa como una bisagra entre el interior del país y el exterior. Colombia tiene que pensar en la economía del Caribe para el beneficio de todos. La tercera es la integración con el gran Caribe, dado que somos la parte Caribe de Colombia y por nuestros vínculos económicos, políticos, sociales y culturales, debe pensarse en esa dirección; para compartir también problemáticas y soluciones.
Alberto Abello, economista y magíster en Estudios del Caribe, exdirector del Observatorio del Caribe Colombiano.
Competitividad
Si definimos competitividad como “la capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico”, tendríamos que entender que la Región Caribe compite para lograr inversión y desarrollo con todas las ciudades y regiones del mundo.
Hay que primero conocernos como región, cuáles son nuestras ventajas y desventajas estratégicas, cuáles son nuestras barreras al desarrollo, por ejemplo los altos costos logísticos debido a la pobre infraestructura de vías, portuarias, fluviales y ferroviarias, al mismo tiempo los altos costos en tiempo y dinero para importar y exportar mercancía, combinado con lo que debe invertirse en las interacciones con el Estado (pago de impuestos, etc.). Todo esto se conjuga en hacer mas fácil o mas difícil para el aparato económico su función.
Después de ese conocimiento, podríamos forjar una estrategia de competitividad regional donde se promueva la región como un lugar con amplias ventajas, donde hay una gran frontera agrícola y minera por explotar, vastas reservas ambientales y eco turísticas, oportunidades de desarrollo turístico como región, (Costa Azul de Francia por ejemplo, o Toscana de Italia), una población altamente productiva y la infraestructura de educación superior capaz de formar al capital humano.
En conclusión, la globalización ha convertido al mundo en un gran centro comercial, donde cada ciudad/región es hoy capaz de actuar y posicionarse dentro del mismo, debemos escoger qué queremos ofrecer, el nivel de educación y reglas que deben tener nuestros habitantes al igual que las políticas de redistribución del ingreso, cómo queremos diferenciarnos de la competencia y captar así el mayor numero de clientes nacionales e internacionales.
Jaime Pumarejo Heins, exasesor de competitividad del Distrito de Barranquilla y actual secretario de Movilidad.
Institucionalidad
Primero nos centramos en la ley y no funcionó, y si ahora va a salir una normatividad seguramente no será la que queremos, En el momento en que para poder hacer algo se cambia la estrategia y se plantea el Voto Caribe, la gente quiere votar, proceso que superó todas las expectativas, pues aun cuando solamente se dijo que lo se estaba impulsando un proyecto de región, las personas simplemente salieron a votar, como se vota en la política, por emoción. Lo que sucede es que no nos hemos centrado en los qué, en el fondo de las cosas. Me parece que se está copiando el modelo que ya tuvimos en el Corpes, que no se han mirado las lecciones del pasado como en el caso de las instituciones que sobrevivieron y las que no. El problema de la institucionalidad es que somos los mismos, entonces nuestra institucionalidad nos va a reflejar a nosotros, con lo bueno y con lo negativo. Evidentemente que es importante la institucionalidad, pero no es el fondo realmente.
Un ejemplo muy caribe de un proceso de integración positivo es que hasta que no tuvimos la Vía al Mar entre Barranquilla y Cartagena no se dio el transporte puerta a puerta. ¿Tuvo algo que ver con la institucionalidad?, ¿con los gobernantes?, ¿nos integra? La verdad es que ahora podemos hacer trabajos allá, acá, y el servicio ya se presta en todo el Caribe. Entonces, lo que nos integraría más, con institución o sin institución, son los proyectos conjuntos que podamos desarrollar, que analicemos cómo se integra el Caribe abandonado con el resto.
Priscila Celedón, coordinadora del proyecto de Agencia de Desarrollo Regional.
Probidad
Borges decía que la más importante de las virtudes humanas es la probidad, y esta debe convertirse en un potente motor en todos los ámbitos de la vida pública regional, es decir, en la institucionalidad, en la economía y en las organizaciones sociales, pues significará el desplazamiento de los intereses predatarios de los grupos cerrados y de las mafias en favor de la confianza y la credibilidad, condiciones sin las cuales es imposible un orden basado en la racionalidad a partir de la que sea posible una región exitosamente insertada en los mercados globales y por tanto capaz de avanzar en riqueza, reparto de oportunidades y mayor poder político.
Horacio Brieva Mariano, director ejecutivo de la Fundación Protransparencia.

Las demandas de la Costa para superar años de atraso frente al resto del país se enmarcan dentro de los cuatro grandes pilares temáticos del Foro Caribe Siglo XXI, que realiza hoy el Diario EL HERALDO y que quedará abierto de manera virtual para que el debate se siga alimentando de ideas y propuestas para la reinvidicación caribeña.
El propósito es empezar a planificar una agenda de desarrollo regional con una base sólida de consensos que deriven en el crecimiento sostenido y la adecuada redistribución de la riqueza.
Competitividad, probidad, equidad e institucionalidad, son los ejes del evento, sobre los cuales se espera que comience a apalancarse el anhelado despegue costeño hacia un mejor horizonte en el territorio nacional y en el mundo. Cuatro expertos en estos temas definen en esta edición su visión al respecto.
Equidad
Hay dos objetivos que deben ser los propósitos fundamentales para la Región Caribe. Uno, la superación de la pobreza; los estudios de los centros de investigación y académicos lo han demostrado, esta es una de las regiones más pobres de Colombia. El otro tema es la equidad social. Hay grandes desigualdades entre la Nación y la Región, así como al interior de la Región misma, en cada Departamento, entre lo urbano y lo rural, dentro de las ciudades; son muchas situaciones que tienen que reorientarse, buscando mayor equidad entre los caribeños y entre los caribeños y el resto de colombianos.
¿Y cómo lograrlo? Creo que es importante tener en cuenta las tres ‘íes’: lo primero, la integración regional, lo que se traduce en propósitos comunes, construcción de redes, de asociaciones, empresarios, etc. Lo segundo es la integración entre la Región y la Nación, pues si miramos la situación de pobreza y atraso regional, y el grado de desarrollo económico, vemos que la Costa se usa como una bisagra entre el interior del país y el exterior. Colombia tiene que pensar en la economía del Caribe para el beneficio de todos. La tercera es la integración con el gran Caribe, dado que somos la parte Caribe de Colombia y por nuestros vínculos económicos, políticos, sociales y culturales, debe pensarse en esa dirección; para compartir también problemáticas y soluciones.
Alberto Abello, economista y magíster en Estudios del Caribe, exdirector del Observatorio del Caribe Colombiano.
Competitividad
Si definimos competitividad como “la capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico”, tendríamos que entender que la Región Caribe compite para lograr inversión y desarrollo con todas las ciudades y regiones del mundo.
Hay que primero conocernos como región, cuáles son nuestras ventajas y desventajas estratégicas, cuáles son nuestras barreras al desarrollo, por ejemplo los altos costos logísticos debido a la pobre infraestructura de vías, portuarias, fluviales y ferroviarias, al mismo tiempo los altos costos en tiempo y dinero para importar y exportar mercancía, combinado con lo que debe invertirse en las interacciones con el Estado (pago de impuestos, etc.). Todo esto se conjuga en hacer mas fácil o mas difícil para el aparato económico su función.
Después de ese conocimiento, podríamos forjar una estrategia de competitividad regional donde se promueva la región como un lugar con amplias ventajas, donde hay una gran frontera agrícola y minera por explotar, vastas reservas ambientales y eco turísticas, oportunidades de desarrollo turístico como región, (Costa Azul de Francia por ejemplo, o Toscana de Italia), una población altamente productiva y la infraestructura de educación superior capaz de formar al capital humano.
En conclusión, la globalización ha convertido al mundo en un gran centro comercial, donde cada ciudad/región es hoy capaz de actuar y posicionarse dentro del mismo, debemos escoger qué queremos ofrecer, el nivel de educación y reglas que deben tener nuestros habitantes al igual que las políticas de redistribución del ingreso, cómo queremos diferenciarnos de la competencia y captar así el mayor numero de clientes nacionales e internacionales.
Jaime Pumarejo Heins, exasesor de competitividad del Distrito de Barranquilla y actual secretario de Movilidad.
Institucionalidad
Primero nos centramos en la ley y no funcionó, y si ahora va a salir una normatividad seguramente no será la que queremos, En el momento en que para poder hacer algo se cambia la estrategia y se plantea el Voto Caribe, la gente quiere votar, proceso que superó todas las expectativas, pues aun cuando solamente se dijo que lo se estaba impulsando un proyecto de región, las personas simplemente salieron a votar, como se vota en la política, por emoción. Lo que sucede es que no nos hemos centrado en los qué, en el fondo de las cosas. Me parece que se está copiando el modelo que ya tuvimos en el Corpes, que no se han mirado las lecciones del pasado como en el caso de las instituciones que sobrevivieron y las que no. El problema de la institucionalidad es que somos los mismos, entonces nuestra institucionalidad nos va a reflejar a nosotros, con lo bueno y con lo negativo. Evidentemente que es importante la institucionalidad, pero no es el fondo realmente.
Un ejemplo muy caribe de un proceso de integración positivo es que hasta que no tuvimos la Vía al Mar entre Barranquilla y Cartagena no se dio el transporte puerta a puerta. ¿Tuvo algo que ver con la institucionalidad?, ¿con los gobernantes?, ¿nos integra? La verdad es que ahora podemos hacer trabajos allá, acá, y el servicio ya se presta en todo el Caribe. Entonces, lo que nos integraría más, con institución o sin institución, son los proyectos conjuntos que podamos desarrollar, que analicemos cómo se integra el Caribe abandonado con el resto.
Priscila Celedón, coordinadora del proyecto de Agencia de Desarrollo Regional.
Probidad
Borges decía que la más importante de las virtudes humanas es la probidad, y esta debe convertirse en un potente motor en todos los ámbitos de la vida pública regional, es decir, en la institucionalidad, en la economía y en las organizaciones sociales, pues significará el desplazamiento de los intereses predatarios de los grupos cerrados y de las mafias en favor de la confianza y la credibilidad, condiciones sin las cuales es imposible un orden basado en la racionalidad a partir de la que sea posible una región exitosamente insertada en los mercados globales y por tanto capaz de avanzar en riqueza, reparto de oportunidades y mayor poder político.
Horacio Brieva Mariano, director ejecutivo de la Fundación Protransparencia.

sábado, 26 de marzo de 2011

LA MISMA HISTORIA


LA MISMA HISTORIA

Gabriel García Márquez se refería a la suerte de los pobres diciendo; que nacerían sin culo el día que la mierda tuviera algún valor.
Nada mejor para explicar esta frase que la política. En campaña todas las propuestas de los candidatos se ubican a favor de la causa de los más necesitados; en las calles de barrios pobres se estrellan entre sí los aspirantes a gobernar para ganarse el favor popular.
Discursos de bastante oratoria y poca retórica están a la mano y son el instrumento al que se acude para movilizar el voto. Se exagera populismo hasta el punto de posar con el sombrero desecho del campesino, cargando un niño desnutrido de padres desempleados, o besando a la viejita que tirada a la buena de Dios espera la llegada del carnet de la tercera edad o al mismo Dios.
Si un extraterrestre accidentalmente se encontrara en época preelectoral en uno de esos barrios la sorpresa sería mayúscula, no alcanzaría a asimilar tanto desprendimiento y solidaridad de los políticos con la gente más necesitada, y sin duda no tardaría en clonar a ese espécimen exótico para reproducirlo exacto en imagen y semejanza.
Sin embargo la realidad es otra y desilusiona. Las elecciones son una comedia con excelentes actores donde lo único real son los escenarios: niños barrigones, jóvenes expuestos a los riesgos del no tener futuro, viviendas promiscuas, adolecentes embarazadas, padres sin la posibilidad de atender las necesidades de sus familias, ciudades desbastadas por la corrupción y políticos desalmados, para quienes resulta más importante, por lo provechoso a sus intereses, la adjudicación de un contrato, que los beneficios de la obra.
En elecciones al pueblo se le promete todo, y después en el gobierno se le niega todo, de ser lo más codiciado e importante en campaña, se convierte en lo más jodón para la administración. Siempre el mismo cuento; no tienen maestros, la calle no sirve, Electrocosta los atraca con las facturas, y funcionarios káiser que no los dejan pasar, para recordarle al alcalde lo que este iba a averiguar cuando andaba de candidato y prometía resolver cuanta necesidad le manifestaban en los barrios.
Para cada gobierno no hay más corrupto, que el que lo antecedió, no importa que lo emule y supere. Mientras tanto a las comunidades les corresponde el mismo entierro y la misma llorona de todos los años. Es quien elige y no gana, en su nombre se hacen los presupuestos, y no participa, a ella se destina el dinero de inversión y no lo recibe, sus necesidades se conocen, no obstante, siempre se contrata para diagnosticarlas.
La pobreza de la gente y la mala calidad de los servicio públicos inducen a la conclusión de lo poco que gana el pueblo después de cada elección. Son otros los que disfrutan de las mieles, y de paso los dividen entre liberales y conservadores, o entre cualquier vaina y la otra, para tenerlos entretenidos discutiendo sobre lo que nunca lograran.
Educar a la gente ni pensarlo, un pueblo educado es capaz de no negociar con su conciencia, ni aceptar que trafiquen con sus necesidades sufridas para privilegios de unos pocos.
No debiera ser que la clase política se una para no perder o reconquistar el poder, sin que lo hubiese hecho para evitar que le negaran el futuro al pueblo que en teoría representan, y menos, que los ciudadanos se mantengan a la espera del precio con el que cotizaran el valor del voto.
Este artículo lo escribí hacen diez años, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

martes, 22 de marzo de 2011

Popurrí conceptual sobre la corrupción


Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Es cierto que la corrupción es un mal de todos los tiempos, y de todos los sistemas políticos. Empero, el que sea así no significa que esta práctica tengan que aceptarse como normal, y por el contrario, esto significa más bien es el desmoronamiento de la sociedad en sus valores morales y la desinstitucionalización del Estado.
Desde que aparecieron los Estados nacionales hasta el Estado social de derecho la lucha contra la corrupción ha sido la bandera política con la que se ha pretendido reivindicar las sociedades. La corrupción empobrece a los pueblos, y embrutece a sus dirigentes, incluyendo entre ellos por supuesto, a los gobernantes, quienes para satisfacer su boato y fastuosidad cometen toda clase de excesos.
Los pueblos son como tsunamis; cuando la muchedumbre arrecia a guillotina reyes, tumba imperios y derroca tiranos. La historia cuenta con un buen número de sátrapas que han tenido que huir con sus familias, comitivas y fortunas mal habidas para no tener que enfrentar los juicios populares, pero en ningún caso han sobrevivido los de la historia.
Los dictadorzuelos de América Latina no imaginaron sus finales; hoy les toca el turno a los países Árabes. Uno a uno como naipes caerán, y aunque Gadafi masacre a su pueblo solo el suicidio o la muerte súbita lo salvaran del tribunal internacional de justicia, quien lo pondrá a buen recaudo para que pague por el genonocidio del que hizo victima al pueblo que decía amar.
Nuestro país no sale del asombro con las ollas podridas que se han destapado: Agro Ingreso seguro, Dian, Estupefacientes, Incoder, Super Intendencia de Notariado y Registro; a quien se refirió su director diciendo que oficina donde se ponía el dedo salía pus; y la tapa de todos, los Nule. Si en las instituciones del orden nacional y en Bogotá llueve en los municipios no escampa.
Se sabía que al país se lo estaban robando, pero nadie imaginaba la magnitud del asalto. Las justas proporciones de las que hablaba el ex presidente Turbay y que escandalizaron en su tiempo son cosas de niños si se comparan con las coimas de hoy. La ola invernal dejo al descubierto que los recursos destinados para la construcción de obras que mitigaran su embate se los robaron, y ahora los medios advierten que lo propio se está haciendo con las ayudas humanitarias y los dineros de la reconstrucción.
Esto es el popurrí conceptual: “La corrupción ha existido siempre. Pero nunca antes el país había estado tan aterrado como hoy por el calibre de los escándalos y el tamaño de la 'mordida' de los recursos públicos”. Revista Semana
“la elección popular de alcaldes, que quiso ser un avance democrático, se ha convertido en un motor de corrupción (…) La constitución del 91 y posteriores retoques de algunos artículos hicieron de Colombia un país más democrático. Pero sin proponérselo inyectaron nuevos caudales de corrupción que ahora nos ahoga. Daniel Samper Pizano.
“El frente nacional (…) nos dejo un nuevo mal cuando se infiltró en el elector raso la idea de que algo debía obtener por su voto y el dinero se convirtió en esencial instrumento electoral en manos del político clientelista”. Plinio Apuleyo Mendoza.
Para rematar el popurrí los nuevos filosofos de la mafia (Los Nule) han manifestado que la corrupción es inherente al ser humano. ¡ Que tal !