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viernes, 3 de septiembre de 2010

Reunion en Cartagena. D

Siempre la verdad

Por: Horacio Cárcamo Álvarez
De vuelta a los recuerdos Fidel Castro presentó en estos días ante los cubanos, y particularmente ante comandantes, capitanes y soldados del ejército revolucionario que derroco al sanguinario Batista, una parte de su autobiografía: Por Todos Los Caminos De La Sierra: La victoria Estratégica. El comandante relato respaldado en su memoria datos, anécdotas, y hechos de la guerrilla que se alzo con la victoria.
Manifiesta el comandante que los partes de guerra de “Radio Rebelde” tenían como regla de oro ceñirse estrictamente a la veracidad de los acontecimientos. Para los barbudos de la Sierra “el arma principal del ejército rebelde fue siempre la verdad”. En palabras del comandante era un deber del mando informar de cualquiera vicisitud. “Los reveses hay que publicarlos también, porque de ellos se derivan lecciones útiles” aseguraba.
El estilo de ahora es cero tolerancia con la crítica. El libertador Simón Bolívar había sentenciado: “el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores”. Es lo mínimo que pueden hacer los gobernantes; ellos no son amos, así compren las elecciones y, menos aun, los pueblos sus vasallos.
Los periódicos y periodistas por muy humildes que sean tienen una referencia ética que marca la pauta como la clave en la música. Decir la verdad es su deber. La verdad es la única que les permite alcanzar la independencia y el respeto. Muchas conquistas de la humanidad en materia de derechos políticos, civiles y humanos se lograron por la seriedad como la prensa oriento a la opinión.
Son muchos los ejemplos para ilustrar el papel de la prensa en la rectoría moral de los pueblos. Sin La Vagatela Nariño y los criollos de la Nueva Granada no hubiesen conocido del cambio social que recorría a Europa después de la Revolución Francesa; Igual, sucesos como el watergey americano, las chuzadas del DAS y agroingreso seguro entre otros, hubiesen quedado en la impunidad del silencio.
Donde hay prensa independiente es difícil que prospere la tiranía. Democracia es sinónimo de prensa libre. Los medios de comunicación y sus periodistas son en un Estado social de derecho sagrados e intocables. No se concibe un Estado donde el poder, público o privado, amordaza a los medios o asesinan periodistas física o moralmente.
La verdad libera y la prensa independiente consolida la libertad. División tripartita del poder, alternatividad en el gobierno y prensa libre son inalterables en los estándares de la democracia. Un gobierno que persiga la prensa con dádivas o censura esta postulado a tiempos protervos. En Colombia la Constitución Política garantiza como derecho fundamental la libertad de opinión, prensa e información.
El semanario “El Comunicador”, acorde con postulados universales del periodismo hace bien la tarea, y en medio de adversidades propias del oficio ha logrado lo difícil; posicionarse ante la opinión y hacer de faro que ilumina la ruta que ha de optarse, más temprano que tarde, para llevar a puerto seguro este barco que naufraga.
Oscar: no desmayes en el esfuerzo, la Historia te lo reconocerá.

martes, 11 de mayo de 2010

MALOKA

HOTELES EN EL BAJO MANHATAN

“solo el espectador superficial juzga una ciudad por sus famosas avenidas y plazas públicas anunciadas por la agencias turísticas. Pero para los antiguos moradores y los visitantes curiosos la ciudad se descubre en los suburbios, donde no llegan los turistas… las afueras revelan l verdadero sentido del centro mucho más que el centro de las afueras. La vida tosca de los suburbios siempre es más reveladora que los monumentos o los edificios altos de acero y cristal” Poeta Evtuchenko
En el bajo Manhatan suceden casos que es interesante contar, porque este mundo se teje y se desteje a cada instante, en el acontecer del puerto como tal. Tuve la oportunidad de vivir por instantes en ciudades opulentas como Buenos Aires, Rio de Haneiro, Durban, Tristhaon Docunaha, Malta, Madrid, Pireos, Santorini, Rodas, Miami, San Juan de Puerto Rico, Caracas, Punta del Este entre otros ciudades barbarás donde uno no se siente y no existe; pero aquí nadie es forastero, todos no vamos cociendo en la misma olla, en este Caribe adentro donde el sol quema, donde nadie manda, donde los grandes accidentes los cometemos nosotros mismos, con veinte mil motos rodando la muerte que parece un Karma, el mercado donde está la comida, la vida está en el barro, en la mugre que hiede y se hace agradable revuelta con la basura; Al lado de la basura esta la mujer sin la cara pintada, cocinando pescado, yuca y arroz caliente y comerlo con suero, con cuchara de palo, sudando un hambre que se va, pero regresa como una maldición, porque la mayoría de las veces no tenemos para comprar la comida barata. Así es mi tierra donde no queda el norte ni el sur ni el este ni el oeste, sino aquí mi punto cardinal, porque aquí está la diáspora donde todos corremos de un lado para otro desesperadamente buscando para sobrevivir, mientras tanto otros van en sus opulentos carros con pistolas y buenos perfumes y buen vestido, divirtiéndose en privado en cabinas con perfumes y “perico”, niñas prepagos por-que le tienen miedo a sus delitos. Yo por mi parte ando de pie, no soy de ninguna parte, soy un artista y ando el mundo, “los artistas no estamos al lado de nadie, estamos en el mundo. Vengo de un gran suburbio, de un gran mar, de una ciudad puta, apetecida por la internacional oligarquía que folla viajando y mi ciudad es apropiada para la armonía y el morbo. Pero en esta trinchera se cuece la vida untándote de odios de tristeza de pobrezas impulsadas y mantenidas por la corrupción estatal, de la espoliación; durmiendo en hoteles de meretrices baratas, residencias sin nombres, buscando hijos bellos que quería tener y esta tierra me los regalo, por eso le doy mi palabra a este rio, le regalo mi poesía, mis ayunos, mis varias hambres, que en veces sudo, litigo, y me emputo, oh señor de los santos cielos, gracias por haberme dado el sentido de la estética, en esta guadaña donde vivo de la palabra como sacerdote o como la puta del cuerpo, que felicidad Dios por haberme hecho libre.
Josse Sarabia Canto. Cartagena de indias 23 de abril de 2010

domingo, 18 de abril de 2010

Párele bolas. Yo estoy con Mockus

Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Circula en las redes sociales un video a favor de la campaña de Mockus gravado por actores y actrices, que podría titularse; “párele bolas. Yo estoy con Mockus”.
El hecho que personas de la farándula, quienes por lo general viven en un mundo de fantasías donde sus apremios no coinciden con los de la gente común y corriente, se involucren en la política y lo hagan de frente y a mutuo propio a favor de una candidatura dice bastante del sentimiento que Antanas y Fajardo han logrado despertar entre los Colombianos.
Después de que el cantante Juanes anunciara su respaldo a Antanas, el gremio de la farándula puso a disposición de la causa lo que tienen sus potencialidades; el poeta hizo versos, el cantante canciones y el pintor los siguió, pincel en mano, dibujando en el porvenir de la esperanza.
En el video de Viky Hernández, Diego Cadavid, Margarita Rosa y sus amigos de la tele se diagnostica como la causa de los males que afectan al país; pobreza, corrupción, violencia, desempleo y más, a la ilegalidad. No han dicho nada nuevo, empero el hecho de que lo hagan quienes tienen algún tipo de ascendencia sobre la opinión, y la forma como lo hacen, nos permite pensar en que no todo está perdido, que algo está pasando y hay guardián en la heredad.
La publicidad de la referencia, espontanea por demás, a favor de Antanas promueve la cultura de la legalidad. Volver a respetar la ley es el propósito. En la subcultura de la ilegalidad es normal lo que Gonzalito llamo “el todo vale”. Para ser rico me puedo quedar con la plata de pueblo, que es sagrada, como dice Antanas, para elegirme en un cargo de elección puedo comprar los votos o violentar con el fraude los resultados de la registraduría y para tener poder puedo traquetear y matar.
El profesor le imprimió al debate por la presidencia otra lógica, y lo aparto de la retorica terrorista al que lo pretendían reducir. La Farc y Chávez son el coco y único tema de discurso. Si no continua el Uribismo el 8 de agosto avanza una división mecanizada de Chávez a tomarse la Guajira, la Farc vuelve a las carreteras a secuestrar en las tristemente celebres pescas milagrosas.
Con Toda esta retahíla terrorista se amedrento al ciudadano incauto, quien con tanto miedo prefiere no discernir, al fin y al cabo, no puede haber nada peor que la Farc o Chávez. Ni si quiera los falsos positivos, las chuzadas a la oposición y a los magistrados de la Corte, la pobreza que se agudiza, la violencia urbana en donde el homicidio a dirigentes comunales, sindicales y personas del común, aquellas que no merecen ni una recompensa, campea sin autoridad que la venza.
No he leído un solo artículo de los escritos por quienes orientan a la opinión donde se descalifique a Antanas, con excepción de los cancerberos del régimen, todos coinciden con lo que piensa la opinión libérrima y consecuente, que se trata de un hombre honesto y trasparente.
Antanas no tiene la oratoria de Gaitán, ni la de Galán, empero coincide con los dos en su retorica. Se le tiene confianza, convence con la palabra, trasmite seguridad, nadie pone en duda su honestidad y condición de líder.




miércoles, 7 de abril de 2010

Otras alternativas

Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Algo está sucediendo en el país. La razón parece vencida por la locura colectiva y el pueblo solo obedece al toque de diana. El desempleo, el hambre, agro ingreso seguro, carimagua, los falsos positivos no importan, porque eso es problema de mal gobierno y lo que vamos a elegir es al comandante de las fuerzas armadas para que conduzca la guerra.
La responsable es en gran parte la Farc-ep. Esta guerrilla humillo a la sociedad y sus métodos arruinaron al país. Además, terminaron como verdugos del pueblo que supuestamente reivindicarían. El ataque indiscriminado a la población civil nos convirtió, indistintamente de la condición económica o social, en objetivo militar. Su macabro accionar sembró miedo y terror.
Hace ocho años, el entonces candidato, Álvaro Uribe con indignación de patria la enfrento. Su valor levanto al pueblo del letargo producido por el desasosiego. Los desplantes que la Farc-ep le hizo a los generosos ofrecimientos de paz le valieron la declaratoria de guerra sin cuartel. Triunfo la salida militar, el discurso guerrerista se mantiene como estrategia mediática, no importa la existencia de otros sufrimientos.
Hoy en las ciudades hay más homicidios que en la época en que la Farc-ep controlaba territorio, aún así, la percepción colectiva es que estamos más seguros. No hay dudas en que la política de seguridad democrática permitió retroceder a la guerrilla y reducir las masacres y secuestros; empero no estamos cerca de derrotarla, ni mejoro la situación social del pueblo.
Al amparo de la seguridad democrática se han cometido de toda clase de atropellos, y se tomo como doctrina la perversa máxima que no pensar como el gobierno es hacerlo como terrorista; más aún, el propio líder de la nación descalifica con epítetos peligrosos a la oposición democrática.
La confianza inversionista tampoco ha generado mayor empleo ni democratizado la distribución del ingreso, a juicio de Juan Camilo Restrepo, solo ha promovido la inequidad fiscal
La concentración de la tierra problema causante del conflicto social en los siglos XlX, XX y XXl, se agravo con la irrupción del narcotráfico y el paramilitarismo. Según informes oficiales en Colombia el 0.4% de los propietarios rurales tienen el 61% de la tierra; el 24% restante de ella se reparte entre el 94% restante de propietarios. Un número mínimo de propietarios acaparan la mayor cantidad. Los pequeños se arruinan; la política agropecuaria solo alcanza para terratenientes y grandes y empresarios del campo.
Se le ha vendido al país la idea que no hay alternativa distinta a la mesiánica. Un pueblo desdoblado por la cultura del dinero fácil y del todo es válido debe permitirse otra opción. La guerrilla hay que combatirla como imperativo constitucional y legal, no obstante se requiere un gobierno que sienta por su pueblo compromiso y no compasión, que recupere la ética y la transparencia en el accionar público y privado y el respeto por los derechos fundamentales.
No se pierda de vista el discurso por lo social del candidato liberal y los planteamientos de Mockus y Fajardo a favor de la educación, la confianza social, la legalidad democrática, el respeto a la vida y la ética.

domingo, 4 de abril de 2010

Nuevo ciudadano


Por: Ricardo Chica Geliz
La Escuela del Gobierno del Distrito dio a conocer los resultados de la Encuesta de Cultura Ciudadana y, en general, puede decirse que todo apunta a confirmar nuestro carácter ambiguo frente a la ley, frente al derecho ajeno y frente a la corrupción y al narcotráfico. Se trata de prácticas sociales que, en general se encuentran en toda América Latina y apuntan al referente de “se obedece pero no se cumple”.
El escritor Antonio Caballero dice que se trata de una actitud heredada de la indulgencia, o la compra del perdón divino y entrada segura al cielo, que la iglesia católica vendía a ciertos personajes o familias respetables y con poder económico. Para tratar de ordenar un poco el asunto propongo distinguir a qué nos referimos con cultura ciudadana: se trata de prácticas sociales y cotidianas que las personas llevamos a cabo en el escenario urbano. Prácticas que, a su vez, están referidas a un sistema de creencias, es decir, a los esquemas mentales que nos habitan y que nos sirven como referentes para tomar decisiones sobre lo conveniente o inconveniente; lo malo o lo bueno; lo feo o lo bello; lo aceptable o lo inaceptable; sobre lo razonable o lo irracional. Estas prácticas cotidianas se corresponden, en parte, a las condiciones en que vivimos.Esto último es bien clave, porque normalmente creemos que la gente que vive a la orilla de la perimetral, en tales condiciones, no es gente. Que deberían desaparecer, que son unos animales, que son un lastre indeseable porque son vagos, invasores, delincuentes. Eso no es nuevo. Hay que revisar la historia social de la ciudad desde fines del XIX y hay que seguir la pista a las manifestaciones de desprecio y exclusión que se practicaron desde el mismo gobierno local, desde los medios, desde los inversionistas y desde los intelectuales de prestantes apellidos cartageneros. Hay que ver cómo se referían en la prensa de entonces y en cuanta tribuna pública, a los habitantes de barrios al pie de la muralla como Pekín, Boquetillo, Pueblo Nuevo que fueron expulsados hacia los pantanos de Canapote y donde murieron, quien sabe cuántos cartageneros, mientras se rellenaban los terrenos. Lo mismo pasó con la historia de Chambacú y del Papayal. Nada más escarbar un poco en la prensa local para encontrarnos con un plan de injusticias, desplazamientos forzados, manipulaciones a la ley. De todo se ha hecho. Aquí se pasa por encima de los más débiles, se les aplasta, se le desplaza porque ocupan tierra muy valiosa. Como las cientos de familias que viven a la orilla de la perimetral: es buen negocio despreciarlos. Busquen en las otras orillas de la ciudad, para que vean.
Hay en el Centro de Documentación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Cartagena, un puñado de tesis de historia que cuentan lo que nadie quiere oír en esta ciudad. Trabajos escritos por estudiantes comprometidos y respaldados por docentes muy serios. Ahí están, para quien tenga una mañana libre y se anime a leerlas en aquel sitio. La cultura ciudadana, en el fondo, supone amor colectivo por la ciudad, es decir, por nosotros mismos. Respecto a eso, no soy pesimista. En octubre de 2007, cuando salimos a votar a la alcaldía de Cartagena, por ejemplo, hicimos la tarea que nos tocaba. Déjenme ser claro: aquel día demostramos como sociedad que somos capaces de ser razonables, que queremos salir adelante, que anhelamos cambiar las condiciones de vida para la mayoría en esta ciudad. Hicimos nuestra parte.Cualquiera me diría que con las elecciones pasadas no fue lo mismo, que la compra – venta de votos fue vergonzosa. Déjenme ser abogado del diablo: a mi juicio, esas elecciones están diseñadas para que funcionen así. Habría que rediseñarlas para que las opciones queden claras a ojos de cualquier elector. La cultura ciudadana nos habita, pero, en relación con el Estado, con la sociedad, con el sector privado. Una relación donde la gente sabe que tiene derecho a la ciudad y sale todos los días a participar de ella para arrancarle un pedazo de bienestar para sí mismos, para sus hijos. Así la ciudad no le ofrezca las condiciones apropiadas, sino miedo.

miércoles, 31 de marzo de 2010

¿Por qué no ensayar la paz?



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Emotivo como en todas las liberaciones resulto el recuentro del sargento Moncayo con la civilización y su familia. Los corazones de Colombia se compungieron, y no era para menos, un hombre secuestrado 12 años en contra de su voluntad alcazaba el más preciado derecho, la libertad.
La trasmisión por la tv nos permitió conocer en dimensiones reales la crueldad del secuestro y el dolor de quienes lo padecen. Resulta difícil para la imaginación ver a un ser humano que después de 12 años atado física y moralmente por cuenta de las cadenas y el capricho de otros regresar sin rencores y hablando de paz. Tremendo ejemplo para quienes desde la tribuna agitan la hoguera de la guerra.
La Farc-ep perdió el norte de la historia. La derrota para ellos no es precisamente la que le profiere con contundencia las armas del ejército sino, la que reciben de sus propias víctimas, quienes no la validan ni justifican a pesar de cautiverios prolongados. A demás de la comunidad internacional que reprocha sus métodos violentos calificándolas de terroristas. Amén de la opinión nacional que la desprecia.
Hacen 22 años don Guillermo Cano preguntaba ¿por qué no ensayamos la paz? El interrogante sigue siendo pertinente. En estos últimos cincuenta años, utilizando palabras del mártir, lo único que hemos visto es correr sangre de compatriotas que solo ha servido para esterilizar el porvenir. En la guerra los gestos positivos del adversario merecen alguna valoración, y si cierto es, que la guerrilla de la Farc-ep no convoca la confianza pública, no lo es menos, que la liberación unilateral de secuestrados que se pudrían en la selva tiene una connotación política.
La guerra no puede ser contra la paz, sino por la paz. Por eso resulta extraño que cada que alguien plantea una solución negociada del conflicto armado los alcones disparen ráfagas y peor, que el solo hecho de hacerlo nos convierta automáticamente en áulico de la guerrilla.
Hoy es el mejor momento para iniciar el intercambio humanitario y a partir de ahí mirar que tan posible resulta una negociación política de paz. Razones: la guerrilla no tiene ninguna posibilidad de tomarse el poder a través de las armas, la guerrilla esta derrotada políticamente; tanto que el respaldo popular interno es cero, y la comunidad internacional, por lo menos la más visible la consideran terrorista.
Human Rights Watch y la UNO muchas veces en sus informes han denunciado las atrocidades de la Farc-ep contra el DIH. Después de la caída de las Torres Gemelas la capacidad de maniobrar se les redujo, y gobiernos que le coquetearon como el de Chávez y Correa hoy la niegan más que Pedro a Jesucristo.
Militarmente la suerte para la guerrilla no es mejor. Perdieron la capacidad de movilidad y reducidos en sus madrigueras están lejos de aquellos tiempos en los que controlaban territorio y ejercían autoridad. Empero como ha dicho Moncayo, existen, están ahí, son una realidad.
La Farc-ep están derrotadas políticamente y diezmadas en lo militar. Anticipemos la negociación política y ensayemos nuevamente la paz, para ahorrarle sangre y sufrimientos a la patria.

martes, 30 de marzo de 2010

Despues de...



Por: Horacio Cárcamo Álvarez

En Colombia desde el inicio de la república los temas políticos han despertado especial pasión. En algún tiempo fue tal, que esos sentimientos emocionales desbocaron en enfrentamientos partidarios. No en vano un periodo de nuestra historia se reconoce como de violencia partidista.
Quizás esa alta cuota de entusiasmo o nuestra condición de subdesarrollo, conllevan a que el país en tiempos electorales virtualmente se paralice. Contrario a lo que sucede en otras partes del universo donde el tiempo de elecciones es casi que desapercibido; mientras suceden no se altera el desarrollo normal del devenir ciudadano, de las instituciones y mucho menos el de la economía.
Lo curioso es que a pesar de lo trascendental que resultan las elecciones para el país, es a lo que los colombianos menos importancia le damos. Aunque parezca contradictorio así es: la escogencia de personajes como los del Pin, para elevarlos a la dirección del Estado y la alta abstención a si lo demuestran sin mayor análisis.
Un adagio popular sentencia: que de la fiesta se habla de acuerdo como nos va en ella. Para el gobierno nacional las elecciones del domingo 14 de marzo fueron un triunfo de la democracia, porque, en paz los ciudadanos pudieron escoger a los candidatos de sus “preferencia”; para la izquierda lo fue del partido del presupuesto.
Si procuráramos por una media entre aquellas dos posiciones, amén, de los avances y las excepciones, podríamos concluir que las elecciones para conformar el Congreso de la República fueron antidecráticas y pacificas. Lo primero porque como lo ha manifestado Mandela no puede ser democrático un Estado donde no hay comida cuando se tiene hambre, medicamentos cuando se está enfermo, hay ignorancia y no se respetan los derechos fundamentales. Y lo segundo porque la Farc-ep, guerrilla terrorista, no salió con sus charadas, aunque después, como el pato termino embarrándose en su propio estiércol con el atentado criminal de Buenaventura.
El debate que paso no se caracterizo precisamente por la confrontación de ideas, estas escasearon, contrario sensu, abundo el dinero malo y bueno, que se utilizo en cantidades exóticas en la comprar de conciencias. El dinero con el poder disuasorio que tiene donde pulula el hambre y la ignorancia impuso su orden. Los votos se obtuvieron en la cantidad directamente proporcional a la plata con la que se disponía.
La democracia no es un sistema político perfecto. Churchill sostenía que era la peor forma de gobierno, empero la excepción no son las mejores. El precursor Francisco de Miranda no alcanzaba a entender como el sistema de gobierno que se estrenaba en los estados soberanos de Norte América después de liberarse de la monarquía Inglesa permitía en sus asambleas legislativas la presencia de todo tipo de personas; galafates, sastres, posaderos, etc. A quienes la falta de conocimientos los conllevaban a participar en la configuración de leyes referentes a temas sobre lo que no tenían la menor idea.
A pesar de la imperfección de la democracia, lo que vimos es su negación. Si el análisis se hiciera desde Magangué tendría el peor referente. Triunfo el partido político más cuestionado ética y moralmente. A este partido lo que le falto en meritos, le sobro en dinero.

ÉXITO TOTAL LA CONSULTA CARIBE. MAS DE DOS MILLONES DE VOTOS EN LAS URNAS REFRENDARON EL MANDATO CONSTITUCIONAL



Compañeros de Comité:

Con el propósito de ir avanzando en la definición del proyecto de LOOT que será presentado al Congreso de la República, sugiero la siguiente metodología, para que la discutamos y definamos.

1) Trabajar sobre el proyecto de LOOT elaborado por el Ministerio del Interior (15 próximos días).

2) Convocar sendas Mesas de Trabajo coordinadas por los Jefes o Directores de las Oficinas Jurídicas o Departamentos Jurídicos de cada Gobernación donde se analice el proyeto de LOOT del Ministerio del Interior y se propongan las modificaciones pertinentes. Estas mesas deben ser abiertas a la ciudadanía, para que participen todo aquél que así lo desee. Especialmente deben invitarse a los congresistas de cada departamento, los presidentes de las Asambleas Departamentales, las Cámaras de Comercio, Facultades de Derecho y de Ciencia Política con sedes en las respectivas capitales de departamentos; juristas de reconocida trayectoria en el área del Derecho Público, ONGs u otras organizaciones societales que manifiesten su deseo de participar, etc. La duración de cada mesa de trabajo puede ser de tres días. Propongo que estas mesas se realicen en las sedes de las Asamblesas Departamentales.

3) Paralelamente debe habilitarse un espacio en la página http://www.regioncaribe.org/ para que quienes lo deseen cuelguen las propuestas que a bien tengan.

4) Cada Mesa de trabajo designará un Ponente que sustentará las respectivas conclusiones y propuestas en una Mesa Regional donde finalmente se estructurará un anteproyecto de LOOT.

5) Este anteproyecto de LOOT fruto del consenso regional debe ser discutido por la Bancada Caribe en una cumbre que para tal efecto se cite. De allí saldrá el proyecto de LOOT definitivo a presentar al Congreso de la República.

Por favor hacer las observaciones pertinentes a este borrador de agenda de trabajo.

Abrazo Caribe,


Bernardo Ramírez del Valle
Comité Regional Promotor
REGIÓN CARIBE YÁ!

lunes, 29 de marzo de 2010

En el año del bicentenario

"la independencia de la Nueva Granada iniciada en 1810, fue el comienzo de la construcción de la identidad nacional, de la toma de conciencia de la cultura y defensa de los recursos del naciente país, que posteriormente se llamo Colombia"

Ultimo vapor



El David Arango parte en llamas hacia la historia. Esta embarcación a vapor fue la ultima en surcar las aguas del Río Grande de la Magdalena

La Magangueleñidad buen punto de partida



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Esta semana que transcurrió fue para Magangué muy importante por muchas razones, pero sobre todo, porque las conmemoraciones y celebraciones nos dejaron bien claro que si tenemos motivos para festejar y de los que sentirnos orgullosos.
Le comentaba al director del Comunicador que junto a las fiestas patrias las folklóricas son de las más importantes en Europa; tanto es así, que cada cuatro años se celebra lo que se conoce como “Folkloriada Mundial”. Yo tuve la posibilidad de asistir a un encuentro de estos en Hungría, y realmente fue algo fabuloso, sobre todo, para quien como yo nunca había estado en algo similar. Aquello fue espectacular, no hubo un solo país europeo que no participara e hiciera gala de sus bailes, trajes, música y mitos vernáculos; cada delegación integrada por niños y adultos, indistintamente, eran una muestra itinerante del país que representaban.
Colombia fue en esa folkloriada la invitada de América y debutamos con un grupo de tamboras del Sur de Bolívar. Cuanta emoción sentíamos al escuchar a niños de esos territorios lejanos corear a orillas del Danubio en Budapest “rosa que linda eres”. Nunca antes me sentí más orgulloso de ser colombiano y por supuesto magangueleño. El folklor genera pertenencia y construye tejido social, la historia nos invita a emulaciones sanas y moldea la personalidad de los pueblos bajo el influjo de acontecimientos épicos y héroes de Luchas pasada.
Este pueblo que hoy parece vencido por quienes lo han vejado y saqueado como a galeón colonial en el fondo del mar, no es cualquier pueblo. Magangué en su condición de centinela del majestuoso Rio Grande de la Magdalena conserva sitial de preferencia en la historia de Colombia. Su aporte en la gesta de la independencia y en el forjamiento de la república lo convierten en pueblo heroico por el sacrificio y la inmolación de sus hijos aventajados: Pedro Cárcamo, Jacinto Palomino, Sabas Muñoz, José María Arias, Julián de los Santos y Cayetano Ceballos no escatimaron a la hora del sacrificio y ofrendaron sus vidas a la causa de la libertad. Todo este legado lo hace invencible y superior a quienes los dirigen.
El evento de La Magangueleñidad es un buen punto de partida hacia el rescate de nuestra identidad. El socio para esta empresa es la escuela y, las herramientas de trabajo son el estudio de nuestra historia local y el rescate de nuestro folklore como expresión cultural. Necesariamente no hay que crear la cátedra de Historia de Magangué; podemos, si este es el propósito, trabajarla en el área de sociales definiendo en el plan de estudio su intensidad. La parte folklórica se trabajaría en artística y educación física. El primer producto de este evento que termina con éxito total es concertar con las autoridades educativas para que en la segunda versión la historia municipal nos la cuenten los niños que cursan sus estudios en nuestros establecimientos educativos, y las plazas se llenen para verlos bailar y desfilar como en el pasado, y escucharles de la mano de juglares y maestros poemas, decimas, cuentos y canciones.
Comenzamos a edificar un nuevo hombre en Magangué. Cuanto nos vamos a tardar en el trabajo es lo de menos. En todo caso, desde hoy el tiempo para lograrlo se acorto porque Álvaro Anaya y sus compinches buenos emprendieron la travesía.

Magangué puerto importante sobre el Rio Grande de La Magdalena


Generación de la caraqueña y el buñuelo

Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Cada generación busca un hecho, acontecimiento social, cultural o político que le permita identificarse en el tiempo. Esas categorías cumplen una especie de referente que levita en el subconsciente individual y como si se tratara de una impronta terminan marcando para siempre al comportamiento de los hombres.
A nosotros nos correspondió vivir nuestra niñez en la década del 60 y la juventud en la del 70. En esos dos períodos el mundo se mantuvo en constante movimiento y una cantidad de ocurrencias fueron especialmente importantes porque involucraban a los jóvenes como actor social protagonistas de una reacción urbana en la que se demandaban cambios. Hechos políticos como la revolución Cubana, el mayo francés, la revolución cultural en China, la primavera de Praga, el movimiento por los derechos civiles en estados Unidos, para anotar algunos, fueron materia prima en nuestro proceso cognitivo. Todas estas revueltas a pesar de no estar interrelacionadas tenían en común la protesta juvenil; a Los jóvenes en las calles exigiendo sistemas políticos decentes, solidarios, comprometidos con la defensa del ser humano, el medio ambiente y la paz.
El movimiento hippie se volvió vocero de una contracultura antibelicista, ambientalista y antimaterial con mensajes de amor para los pueblos, y La canción social se convirtió en instrumento de lucha de la clase media universitaria y del obrerismo que encontraron en la poesía de sus trovadores el discurso más contundente para enfrentar las tiranías que atropellaban desde el poder. Esa música y el vallenato de aquella época que olía a primavera y a muñiga en corral nos tatuaron.
En aquellos tiempos Magangué era como el Macondo del coronel Aureliano Buendía; muchas cosas no tenían nombre y había que señalarlas con el dedo o asociarlas con personas; así sucedía con las calles, se les reconocía por personajes. Entonces lo que hoy se denomina calle 16 en nuestro tiempo era la calle del doctor Blanco. Los puntos de referencia para toda la calle fueron el colegio de la seño Cloti, la esquina de Blanca Romero, la de Perencho y la de la niña Chica, la loma de la Clínica Magdalena y la plaza del cachaco Luís. Si algún tarado aún así no daba con la dirección entonces podía preguntar por la calle del vampi o del hipódromo, bautizada de esta manera por la manada de burros de dos patas que la habitaban.
Como no había nintendo ni maquinitas nos divertíamos con los juegos de calle. La lleva, la pana, cuatro-ocho-doce y el escondido eran los preferidos, aunque también hacíamos parodias a los rezos de Leovigildo Campo, famosos en los velorios, y audiencia para escuchar las charadas de Yadira Alarcón.
A mi generación no solo le quedo impresa la huella indeleble del movimiento social, cultural y político que sacudió al mundo en las décadas de los 60 y 70, también está la de las caraqueñas, esa avena del más sofisticado gourmet que acompañábamos con un suculento buñuelo en el mercado Baracoa, los fresco de la niña Rafa en la esquina de la Logia y los pudines en el restaurante de los chinos. Eran tiempos en que Magangué no servía de madriguera a criminales de todo pelaje y nos pertenecía a todos porque no tenía dueño.

En el nombre del pueblo

Por: Horacio Cárcamo Alvarez
Finalmente; del congreso de la República el cacareado referéndum salió airoso. Los parlamentarios que hasta última hora consideraron que no era sano para la democracia y aún para el mismo presidente Uribe, que insiste en auto desbancarse del sitial de reconocimiento que le ha reservado la historia, cambiaron de opinión, algunos también lo hicieron de partido y al último minuto, de la ultima hora, del último día, resolvieron por volver la hoja de su propio criterio, y votaron positivamente por la reforma constitucional más trascendental del siglo veinte, y lo que va corrido del veinte y uno. Todo se hizo en el nombre del pueblo; no hubo poder suficiente que pudiera convencer a quienes bendijeron con su voto la reelección por dos periodos consecutivos a un presidente electo, que esto no lo hacían por el pueblo, sino para Uribe, que son dos cosas bien distinto.
Y es que al pueblo le sucede como a Dios; en su nombre se hacen cualquier cantidad de cosas, y peor cualquiera se toma su vocería. En el nombre de Dios los cruzados impusieron la fe con el filo de la espada para recuperar de los impíos la tierra santa, la inquisición española acallaba a los apóstoles libertarios sentándolos en el potro como herejes, y los curas o pastores pedófilos, para satisfacer su libido asesinan los sueños de niños, que mueren entre sus piernas sin perder la vida, y luego roban la limosna de la feligresía. La guerrilla de la Farc en el nombre de ese mismo pueblo hace lo propio: mata, secuestra y masacra; y los paramilitares no se quedan muy lejos: torturan, descuartizan y desplazan, todo esto para defender al pueblo.
Cierto es que el referéndum reeleccionista proviene de una iniciativa popular, pero no lo es menos, que la idea no es resultado del análisis juicio donde las comunidades o la sociedad civil, si lo queremos hacer más representativo u organizacional, con el esfuerzo propio haya tomado tal decisión. Tanto lo es, que a lo mejor si se le entusiasma para que a través de una iniciativa suya se reforme la Constitución Política, y para tal propósito se le ponen a consideración varios temas sobre los que debe priorizar, la permanencia del actual presidente al coste de socavar las instituciones y menospreciar la Constitución no hubiese sido la providencia adoptada.
Si en nuestro país de cada cien colombianos cuarenta y seis viven en condiciones de pobreza y de ellos diez y ocho, son indigentes, es lógico que al pueblo le interesaría más un referéndum donde se le consulte si quiere o no la instauración de una democracia económica; una forma de Estado y de gobierno, que como la define Giovanni Sartori, en su ensayo titulado ¿Qué es la democracia?, es una entidad política que esta por la igualdad económica, por la eliminación de los extremos de pobreza y riqueza y en consecuencia por una redistribución que persigue el bienestar generalizado.
El referéndum con el que se pretende modicar la Constitución Política para permitir una nueva reelección le sobro dinero para el trabajo de la recolección de firmas, hasta el punto, que el Consejo Nacional Electoral debe pronunciarse, entre otras cosas, sobre una supuesta violación de topes. ¿Creen ustedes que los empresarios y contratistas del estado que se afanaron para contribuir con miles de millones a la consulta popular lo harían para una igual, donde se eleve a mandato constitucional una reforma agraria que entregue tierras a los campesinos y desplazados y defina salarios dignos a la clase obrera? Yo no creo que eso suceda y por lo tanto estoy convencido que esta reforma constitucional que degrada la democracia y hiere al Estado de Derecho es un embeleco que se hace en el nombre del pueblo.
Adenda: La familia promedio del país se caracteriza por la humildad en sus haberes materiales y una enorme riqueza moral. Los Borré Athías hacen parte de esa legión de personas cuyos logros han sido el resultado de la dedicación y grandes sacrificios. Lo anterior les ha permitido acaudalar un gran patrimonio ético, por convicciones puesto al servicio de la sociedad. Henry Borré por sus mayores, la memoria de sus hermanos, que ejemplarizaron con sus actuaciones, y su propia formación está por encima de las mezquinas, irresponsables y perversas acusaciones que se le hacen. Sin duda una pluma mal dirigida es más peligrosa que un bisturí en las manos de un cirujano ebrio.

Cartagena: ciudad con un gran potencial humano

Reunión de simpatizantes del concejal Jorge Cárcamo A

Esta reunión que se llevo a cabo en la ciudad de Cartagena sirvió como escenario y oportunidad para que el concejal hiciera una disertación sobre la ciudad y lo que se adelanta con el firma propósito de concertar un nuevo contrato social que incluya, por supuesto, un nuevo ciudadano.

Discución sobre el Nuevo Ciudadano

El ejemplo de los mayores

POR: Horacio Cárcamo Alvarez
Por cuenta de nuevas denuncias que trae en su última edición la revista Cambio no para el escándalo de “Agro ingreso seguro”. Esta vez se trata de unos subsidios para arriendo de maquinarias con los que el Estado favoreció a los terratenientes que ya se habían beneficiados con una “plática” no reembolsable, que el gobierno de la seguridad democrática y la confianza inversionista, les entregaba con el sustento filosófico que regalándole a unos cuantos ricos la plata que le pertenece a todo el país, se promovía empleo y una sociedad más equitativa en el campo.
Parece una broma pero así es: el gobierno a pesar de existir veinte millones de pobres, ocho millones de indigentes, cuatro millones de desplazados a los que les arrebataron 1.500.000 hectáreas, le regalo a cuatro familias poderosas del Magdalena 25.000 millones de pesos y adicionalmente les encimo un banco de maquinaria que le costó a los contribuyente, entre ellos los pobres que también pagan iva, 8.500 millones de pesos y que tienen trabajando en sus haciendas por un arriendo 25% menor al del alquiler de una maquinaria de particulares.
El ministro de agricultura Andrés Fernández salió a defender las bondades del programa e incluso, con airecito de chacho de barrio armo el Dios es Cristo, y descalifico a la revista Cambio en cuanto a que entre los beneficiarios se encontraban financiadores de la reelección del presidente Uribe, personas cuestionadas por las autoridades por paramilitarismo e incluso un extraditable. Al final y acorralado por la contundencia de los hechos no le funciono el querer construir verdades con desafíos y cara de palo y le toco aceptar que todo lo dicho por la revista era cierto. Según él la fuente lo había inducido al erro. Seguido asumía la responsabilidad política; empero no renunciaba. En la nueva ética de la administración pública solo se renuncia cuando la orden de captura es inminente.
La responsabilidad política es un hecho que se imputa a los servidores públicos del nivel directivo por el uso que hacen del poder. No se subsume en la responsabilidad jurídica ni en la legitimidad jurídica. El hecho de que no se quebrante ninguna norma legal no significa que no se le haya inferido un daño a la sociedad; regalar plata a los ricos para que financien sus inversiones en un país con tanta pobreza e iniquidades es una afrenta. Se pudo haber cumplido con los requisitos y los pasos de ley, pero no todo lo legal es moral, así reza el aforismo Romano.
Qué bueno que el ministro Fernández quien afrento a la sociedad Colombiana se auto imponga la sanción de la renuncia como mínima consecuencia de su responsabilidad confesa, antes que el Congreso de la República en uso de su función de control político lo haga merecedor a la moción de censura. Lo propio debería a hacer el ex ministro Arias renunciando a la representación como candidato presidencial del partido de Caro y Ospina.
Con la renuncia se preserva la dignidad del cargo que se desempeña, se salvoguarda la confianza de la opinión pública y la del presidente. Flaco servicio le hacen a la Nación atornillándose en el sillón de ministro el uno y en la precandidatura el otro hasta cuando los sancionen en los tribunales jurídicos. Marco Fidel Suarez Ilustre presidente del Partido Conservador recibió de la oposición los calificativos de “indecoroso e indigno” y renuncio de la presidencia de la república. No había regalado a ricos terratenientes la plata de los colombianos, solo había respaldado con sus sueldos y algunas hipotecas créditos a los que acudió por problemas financieros. Se debe imitar el ejemplo de los mayores.

Galan, esperanza asesinada

Por:Horacio Carcamo A

Luis Carlo Galán, no es solo un referente político en la historia de Colombia. Su esfuerzo por reivindicar el ideario liberal de un partido que se anquiloso en la alternación del poder, como heredero legitimo del excluyente Frente Nacional, le permitieron notoriedad en la lucha política, situado por convicción al lado de lo que el mártir antecesor, Gaitán, llamaba el país nacional. Empero más importante que aquello, fue su gigantismo ético, el torrente de su fuerza moral en una nación donde la cultura de lo fácil se enseñoreaba por cuenta del criminal negocio del narcotráfico, que nos privo de una generación excepcional de líderes. En la agonía premonitoria por prevenirnos de la desgracia que nos acechaba no vacilo en sacrificar su vida, rindiendo culto a sus ideas y al amor por la patria.
Vencido el liberalismo oficial en la gesta electoral en la que salió airoso Belisario Betancur, se hizo notoria e incuestionable la necesidad de incorporar a la colectividad el ala disidente del Nuevo Liberalismo. El partido liberal requería de esa unión para poder desentramparse de la inmovilidad ideológica, que lo convirtió en una empresa electoral, fría, incomunicada con las grandes necesidades del pueblo, e indiferente a los retos del momento. Luis Carlos Galán era consciente del gran compromiso que tenia con su generación, con las generaciones futuras y con la historia. Demostró que se podía ser rebelde e inconforme sin necesidad de irse a la montaña a empuñar el fusil. Era un soñador que no tuvo reparos para entregar su vigor, su inteligencia y su vida a la causa de la justicia social.
Su lucha fue contra el clientelismo, el narcotráfico y la violencia. Previno sobre la necesidad de evitar la concentración de poderes en el ejecutivo, por lo dañino que ello resultaba para la democracia. Creo, que con todo lo que pasaba en ese momento con la distribución sínica del poder, la mente de Luis Carlo nunca concibió la posibilidad, que un presidente cambiara cada cuatro años la Constitución Política de su país para perpetuarse en el gobierno. La reelección, para beneficiar al presidente de turno es la fase superior del clientelismo y el autoritarismo al que se refería Galán, y del que decía había que combatir en ara a la salud de las instituciones. El narcotráfico era el mal mayor, no tenía límites ni escrúpulos y había que enfrentarlo con decisión.
Esa tarea de enfrentarse a la mafia, el Estado inconsecuentemente se la había dejado solo al apóstol, y ésta término acribillándolo a balas la noche en que comenzó a desvanecerse los sueños de democracia; de eso hacen ya veinte años. Galán sabía que los dueños del negocio perverso y siniestro eran un adversario terrible, pero su valor, el compromiso con su pueblo y la coherencia de sus convicciones no le permitían rehuirlo. “El país no me conocerá como un cobarde”, les había manifestado a unos amigos, después del frustrado atentado en Medellín. El Conocía su inexorable e ineludible destino. Caminaba tranquilo, aunque apesadumbrado, como dicen que se encontraba quienes con el compartieron las últimos días y las ultimas horas, hacia la inmolación, convencido que se podía matar a los hombres pero no a sus ideas.
Parodiando a Martí, el apóstol libertario de Cuba, Galán se rebeló terriblemente contra la mafia del narcotráfico, que terminó siendo el combustible de la guerrilla terrorista y el paramilitarismo, responsables del aniquilamiento de una generación de líderes: Rodrigo Lara, Antequera, Pardo Leal, Pizarro, Bernardo Jaramillo, entre otros, que quedaron por cuenta de la metralla criminal a la vera del camino que nos conducía a una patria mejor. Lo hizo también contra el clientelismo y la corrupción para devolverle a su pueblo la libertad.
Galán vive no ha muerto. Y aunque asesinaron la esperanza el pueblo le es fiel a su recuerdo. No se canso de decirlo: “Por Colombia, por la paz, ni un paso a tras, siempre adelante y lo que fuera menester sea”. Opto por la muerte antes que sacrificar la dignidad de su pueblo, que él encarnaba.

Año nuevo temas viejos

Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Iniciamos un nuevo año, el primero de otra década inaugurada con la misma incertidumbre con las que terminamos el año y la década inmediatamente anterior. Lo digo porque por cuenta del presidente Uribe no se termina de definir si los colombianos optaremos por la tiranía o por la democracia.
La re-reelección termino por afectar la razón y bloqueo la inteligencia de quienes con argumentos rebuscados salen a explicar las bondades y ventajas que tiene para el país renunciar a la democracia en aras a un propósito superior, en este caso el de la seguridad mesiánica.
Paradójicamente solo por fuera del país se ha entendido que Colombia no transita por el camino correcto y mucho son los riesgos que se asumen cuando se antepone el caudillismo a las instituciones. Publicaciones serias como la revista The Economist y el diario El País, entre otras, nos lo han advertido; empero los áulicos del césar no se detienen, sus interés mediáticos son superiores a la salud de la patria y para defender el negocio económico o político le hacen creer al presidente que él es insustituible, que nadie antes había gobernado a este país y que la paz silenciando las barbaridades de la guerrilla solo será posible con su dirección no importa si se afrenta el estándar mínimo de cualquier democracia, la alternatividad en el poder.
Ahora resulta que sin Uribe no se puede combatir a la guerrilla de la Farc. Esta banda terrorista se ha convertido en la última década en el gran elector; sus actos dementes y forajidos eligieron a Pastrana y a Uribe. Las encuestas de opinión indican que a la ciudadanía no le importa si el país involuciona, ni el hecho de que la moral pública se afecte con los negocios de los hijos del presidente o con actos de corrupción tan execrables como el de “Agro Ingreso Seguro”, el papá de los escándalos. Pareciera como si la recuperación de las carreteras y la posibilidad de regresar a las fincas con más tranquilidad, advirtiendo que es un privilegio de pocos en un país de terratenientes, le dan patente de corso a quienes ostentan el poder para hacer lo que les permite la ley y la ética pública y lo que le prohíben las mismas.
Al cesar lo que es del césar y a Dios lo de Dios; con el presidente Uribe se recupero la fe y su incansable estilo de trabajo genero en el subconsciente colectivo la tranquilidad que despierta la eficiencia del guardián de la heredad. No obstante su modelo económico y la manera no santa de lograr de la política lo necesario para alcanzar sus propósitos denotan fatiga.
La confianza inversionista y el crecimiento económico del que tanto alarde hace el gobierno no se sabe a quienes beneficio, pues, el desempleo se trepo en el 12 por ciento haciendo que Colombia tenga una de las tasas más altas de América Latina y lo mismo sucedió con el subempleo y la informalidad. Los sietes años Uribe consolidaron un país en donde a los ricos les va muy bien, la clase media se empobrece y los pobres se pauperizan.
En cuanto a la política el gobierno no guardo escrúpulos cuando de comprar votos en el Congreso de la República se trataba para defender a sus ministros de la moción de censura por actos de corrupción o para aceitar el transito del maltrecho referendo reeleccionista que garantiza perpetuarse en el poder. Bonita forma de defender la democracia.