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martes, 15 de noviembre de 2011

La Clave esta en los impuestos

Que el desempleo haya llegado a un dígito, que la esperanza de vida haya crecido en 30 años en el último medio siglo y que varios índices que miden la calidad de vida digan que el país marcha muy bien, no significa que seamos un país equitativo.

Así lo explica Ricardo Bonilla, del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional, CID, que habló con EL TIEMPO, a propósito del más reciente informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, que ubica a Colombia como el tercer país más desigual, entre 129 estudiados, y solo por debajo de Haití y Angola.

¿Qué explica que un país en franco ascenso económico aparezca tan mal ubicado?

Porque el indicador de desigualdad tiene sus trampas, un país muy igualitario es Cuba, pero usted ve que, aunque igualitario, allí hay muchas penurias. Una cosa no quita la otra. Colombia tiene unos ingresos más altos pero no ha hecho la tarea en el tema de la desigualdad.

¿Qué tan grande es la brecha?

El 10 por ciento más rico de los colombianos, 4,6 millones, posee el 45 por ciento de la riqueza. Si le sumamos a los segundos más ricos, en total 9 millones, ambos concentran el 61 por ciento de la riqueza. Y esto quiere decir que los 37 millones de colombianos restantes solo tienen acceso al 39 por ciento de la riqueza.

¿Y no incide que hoy haya menos desempleo?

Mire, en 1994 había 14 millones de trabajadores, 8 millones asalariados y 4 millones independientes, el resto patronos, servicio doméstico y familiares. Hoy hay 20 millones, pero 6 millones son asalariados y 9 millones independientes, en estos últimos están las cooperativas de trabajo, los emprendedores que buscan sobrevivir, y esto no es empleo de calidad.

¿Qué factores inciden más en la desigualdad?

Son cuatro principales: la mala distribución de la tierra, hay 3 millones de familias campesinas con solo 5 millones de hectáreas y al otro extremo un grupo de 3 mil propietarios que tienen 40 millones de hectáreas. La concentración del capital accionario, el país tiene 2 millones de accionistas, pero solo 2.000 de ellos tienen el 82 por ciento de las acciones. La brecha en la educación: la escolaridad no es la misma en los ricos que en los pobres. Y la política tributaria, que en Colombia no es progresiva y está erosionada por exenciones, y en eso el gobierno anterior fue un campeón.

¿Por dónde comenzar a solucionar este problema?

Por una real reforma tributaria, progresiva en el impuesto de renta, sin exenciones. Por una reforma agraria, que podría comenzar con la aprobación de la Ley de Víctimas. Y con mucha voluntad política.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Ok



Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Otro éxito para la fundación por la Magangueliñidad; toda la programación cultural desarrollada en esta semana alcanza altas calificaciones. Ni uno solo de los actos se exceptuo de elogios y reconocimientos.
Meritoria mención a todo el equipo humano que participo de la organización, sobre todo por la dedicación y entrega reflejada en la calidad del trabajo derrochado con lujo en todos los detalles. El esfuerzo de estos escultores posibilito la convocatoria por unos días alrededor de la vecindad, la fraternidad, la cultura y el folklor.
Trabajar cultura no es asunto de poca monta. A la cultura se le reconoce importancia en los procesos de integración de las comunidades urbanas y rurales discriminadas, en el diseño y aplicación de la política de igualdad de género y en la interpretación de las aspiraciones de la sociedad en su anhelo de justicia con cohesión social. Para Amartya Sen la cultura debe ser considerada en grande, no como un simple medio para alcanzar ciertos fines, sino como su misma base social.
La cultura esta, en lo que podríamos denominar, situación de reinvención, tanto, que hoy no se concibe el desarrollo económico sin el componente cultural. La administración pública y la dirigencia política en el mundo cada vez son más conscientes de la dimensión de la perspectiva cultural en la convivencia social.
En tiempos de globalización el mayor intercambio en la comunidad de naciones es en materia cultural. La Unesco ha observado especial interés en la tarea de recuperar y proteger el patrimonio material e inmaterial de los pueblos y en su conferencia general del año 2003 aprobó la “la convención para la salvoguardia del patrimonio cultural inmaterial”. Hoy no se discute la importancia de la política cultural en la estrategia de Desarrollo Humano.
La proxima administración municipal tiene que definir el modelo de sociedad a implementar y en el debe tener capitulo destacado el componente cultural. Desde el treinta de octubre pasado se experimenta un renacimiento con el cual moralmente se encuentra comprometido el alcalde electo, y la fundación por la Magangueleñidad es un medio idoneo para reconstruir tejido social.
El modelo de administración marcará la ruta a seguir, y por el talante de Marcelo Torres nos atrevemos a pensar, en vos alta, que se apostara por uno que promueva la inclusión social y propenda por el bienestar colectivo para que la riqueza pública sea de todos y el mototaximos y la informalidad economica no sean inevitables. La pobreza no es un destino natural, es la consecuencia de modelos de desarrollo orientados perversamente a la concentración de la riqueza, indistintamente los peligros generados en los desequilibrios sociales.
Cuando la oscuridad era más densa no era porque todo estaba perdido; en esta ocasión se trataba de la cercania de la luz del nuevo día. En Magangué cuando se paralizo el gobierno y la dirigencia política la sociedad civil avanzaba en su organización y en el debate a los grandes problemas colectivo.
Nuestro amigo Alvaro Anaya una vez más cumplio y para él es merecida la vuelta al ruedo como en las grandes faenas taurinas. Todo ok.

Gano la izquierda


Por: Horacio Cárcamo Álvarez
Es frecuente después de cada elección hacer el balance sobre quienes ganan y quienes pierden con la intención de construir el nuevo mapa político. Estos balances no dejan de ser subjetivos, porque en ellos influyen interes y porque, además, se gana de acuerdo a lo que se pretendía obtener; de ahí que no siempre ganando se gana totalmente, y contrario sensu, no siempre perdiendo se pierde del todo.
Desde la orilla de mi análisis, después del pueblo, la gran y única ganadora fue la izquierda, que lo hizo a través de Marcelo Torres, un hombre desde muy temprana edad educado en el socialismo, curtido en la lucha social y con prestigio reconocido en el escenario nacional. No es gratuito ser de los más cercanos a Gustavo Petro, de quien recibió el encargo de venir a recuperar a Magangué.
En Magangué no triunfaron personas ni instituciones políticas. El gran ganador fue el pensamiento de izquierda, como forma de concebir al Estado y al gobierno, un referente doctrinario de lo que debe ser la sociedad y el servicio público, una concepción de justicia y del progreso.
El modelo político administrativo de los últimos veinte años, que tuvo como punto de partida la privatización de los servicios públicos domiciliarios, la salud y la educación colapso, dejando como saldo un municipio inviable financiera y administrativamente, destruido en su infraestructura física y sumido en la peor pobreza. También el modelo promociono la presencia de empresarios en la política, para convertirla en un negocio y el de políticos debutando como empresarios para complementar el reinado de la corrupción.
Solo el pensamiento de izquierda en un hombre de izquierda garantiza, que el dinero público sera para resolver las necesidades sociales y no para aumentar los ceros en las cuentas bancarias de quienes secuestraron la administración. El triunfo de Marcelo no es un relevo de amos; es el inicio de la edificación de una nueva cultura política y un nuevo estilo de administrar, donde el interes general prime sobre el particular, y aunque suene a retorica recurente y barata, así sera.
A quí las cosas cambiaron desde el domingo treinta de octubre, para que nada sigua igual; la garantía la da el propio Marcelo, su historia, el compromiso con el país y su condición de hombre revolucionario. Magangué eligio como alcalde al más ilustre de sus hijos y dentro de poco saldra de la condición de municipio fayido y escandaloso, para transitar por las avenidas de ilustre y ejemplarizante.
Son pocos los días que faltan para asumir de nuevo el liderasgo en la región, y con seguridad los temas relacionados con la lucha contra la pobreza, atención a desplazados y aplicación de la ley de victimas haran parte de la agenda del próximo gobierno. La política pública sera con enfonque en derechos humanos, para que estos no sigan siendo un simple saludo a la bandera.
Triunfo el pensamiento de izquierda, no la izquierda de los Moreno, sino la izquierda de Petro; el de la lucha por lapaz, la justicia y el buen gobierno.